El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitó ayer pronunciarse sobre la posibilidad de que el Gobierno tenga que recurrir a una subida de impuestos para cumplir con los objetivos de déficit. España tiene que bajar en 2017 del 4,6% con el que prevé cerrar el presente ejercicio hasta el 3,1 que tiene comprometido con Bruselas.

En todo caso, Rajoy adelantó que cualquier medida fiscal que tome la compartirá con los partidos. "No hemos tomado ninguna decisión sobre el asunto. Cuando la haya, la comunicaremos; queremos hablar con otras fuerzas políticas que pueden ayudar a que los presupuestos salgan adelante". En esencia, el PP sólo cuenta con Ciudadanos y Coalición Canaria y corteja al PNV para que le ayude a sacar adelante las cuentas.

Rajoy dio estas explicaciones en Berlín, en el curso de una rueda de prensa conjunta con la canciller Merkel, tras una reunión bilateral en la que la dirigente germana le felicitó por su investidura y le aseguró que tiene "la piel de elefante" por haber resistido durante diez meses en funciones.

Al margen de los parabienes personales, Merkel aprovechó para expresar su convencimiento de que, a pesar de que todavía quedan problemas por resolver, "el país va por una senda muy positiva".

"Es un placer que, tras años difíciles, sobre todo el año pasado y éste se hayan creado muchos puestos de trabajo y se haya recuperado el crecimiento", dijo.

De vuelta a la política nacional, Rajoy lamentó que el PSOE no cumpliera su acuerdo para el reparto de presidencias de comisiones en el Congreso de los Diputados e impidiera que el exministro de Interior Jorge Fernández Díaz estuviera al frente de la de Exteriores, pero confió en que eso no impida pactos con los socialistas en un futuro.

El líder popular subrayó que es partidario de que se cumplan los acuerdos a los que llegan los partidos políticos. "En cualquier caso, las cosas son como son y prefiero mirar hacia el futuro", añadió, al preguntársele si lo ocurrido puede dificultar el entendimiento. Rajoy defendió la necesidad de intentar alcanzar acuerdos en torno al techo de gasto, los próximos presupuestos, los objetivos de estabilidad o el análisis de las pensiones en la comisión del Pacto de Toledo.