La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, abrieron esta semana el diálogo sobre Cataluña, con la intención de abordar los 46 asuntos pendientes enumerados por la Generalitat, según trascendió ayer.

El primer contacto, muy discreto y de carácter meramente exploratorio, se produjo el pasado jueves por la noche en Barcelona, con motivo de la entrega de los premios de la patronal catalana Fomento del Trabajo, a la que asistió Felipe VI.

Sáenz de Santamaría y Puigdemont, reveló el diario barcelonés "La Vanguardia", acordaron reunirse de nuevo para seguir preparando la reunión pendiente entre el presidente de la Generalitat y el del Gobierno español. La Vicepresidenta tiene también concertada una cita con el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras (ERC).

La "número dos" del Gobierno, responsable además de la cartera de Administración Territorial, volverá mañana, lunes, a Barcelona para asistir a la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, político con fama de dialogante que puede ser persona clave en los contactos entre Gobierno y Generalitat.

Puigdemont reveló ayer, en una entrevista radiofónica, que su predecesor en la presidencia catalana, Artur Mas, le dio "veinte minutos" el 9 de enero de 2016 para que se decidiese a dejar la alcaldía de Gerona y le relevase al frente de la Generalitat. "Me enseñó el documento firmado con la CUP que garantizaba estabilidad a cambio de que él no fuera el presidente. Le pregunté cuánto tiempo tenía para pensármelo, y me dijo que un cuarto de hora", explicó Puigdemont. Al final, Mas le amplió el plazo en otros cinco minutos.