La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, inició ayer la tarea principal que tiene encomendada para esta legislatura: promover el deshielo con Cataluña y la recomposición de relaciones institucionales y políticas. Sáenz de Santamaría abrió una ronda de contactos en Barcelona con representantes de la vida empresarial y política. Al secretario general del PSC, Miquel Iceta, uno de los primeros convocados, el encuentro con Sáenz de Santamaría le permitió constatar que hay "un cambio de actitud" en el Ejecutivo, aunque no es suficiente: "Conviene que haya hechos". La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, comprobó como Iceta que algo está cambiando tras verse con la número dos de Rajoy.

Iceta y Arrimadas, cada uno por su lado, mantuvieron sendas entrevistas de una hora con la vicepresidenta en la sede de la Delegación del Gobierno en Barcelona, donde Sáenz de Santamaría tendrá a partir de ahora un despacho permanente. El líder de los socialistas catalanes considera llegada "la hora de actuar" porque "llevamos mucho retraso" en el diálogo entre los gobiernos catalán y central. Iceta defendió ante la vicepresidenta la necesidad de abordar, "sin apresurarse ni frivolizar", la reforma de la Constitución. Como primera paso, se tratará de determinar "cuáles son los puntos que suscitan más acuerdo y cuáles en los que hay mayor distancia".

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, atribuyó la nueva disposición del Ejecutivo a la presión de su partido. "Impusimos requisitos al PP y muchos tienen que ver con un cambio de actitud, no sólo respecto a Cataluña, sino respecto a otras partes de España", expuso Arrimadas tras su encuentro con Sáenz de Santamaría.

Pese a los síntomas de un cambio de clima, la Generalitat reprochó a la vicepresidenta que recibiera a la oposición sin fijar antes el encuentro con su homólogo catalán, Oriol Junqueras. El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, justificó los encuentros al apuntar que la relación entre el Gobierno y Cataluña "no es sólo a través de la Generalitat", existen otros "interlocutores válidos" como los grupos de la oposición o los agentes económicos, sectoriales y sociales. Millo señala que los equipos de la vicepresidenta del Gobierno y del vicepresidente de la Generalitat ya trabajan para cerrar un encuentro y defendió separar la relación entre gobiernos, que "ya existe y sigue su camino", de otros contactos con agentes catalanes.

Sobre la posibilidad de abordar una reforma constitucional que resuelva las tensiones territoriales, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, muestra sus dudas de que en esta legislatura exista "el clima apropiado" para afrontar esos cambio, y ello pese a que se trata de "una prioridad" política. Esteban considera que la Carta Magna "falló estrepitosamente" en el ámbito de la organización autonómica, de forma muy especial en "aquellos territorios donde mayoritariamente existen opciones que consideran que sus países son una nación".