Un tramo de 12,5 kilómetros de la carretera N-435, entre el municipio de Almendral y la variante de Barcarrota, en la provincia de Badajoz, es el más peligroso de la red viaria española, según el último informe de EuroRAP, en el que participan el RACC y el RACE.

Ese informe ha analizado el nivel de riesgo de 24.805 kilómetros de carreteras españolas, según los datos de accidentalidad de los años 2013 a 2015, y muestra que un 13,2 % de ellos, es decir un total de 3.264, tienen un alto nivel de peligrosidad.

El informe revela que los tramos de riesgo elevado se han reducido del 14,1 % al 13,2 %, mientras los de riesgo reducido han aumentado del 69,7 % al 72,7 %.

Pero preocupa que haya cinco tramos que repitan en el listado de los de mayor riesgo, entre ellos el de Badajoz y el de A Coruña, en este caso entre Melide y Boente.

Y también alarma que uno de cada cuatro tramos estudiados en carreteras convencionales es de riesgo alto o muy alto, con lo que el riesgo de morir en una de esas carreteras es 3,5 veces superior al de hacerlo en una autovía.

En cuanto a los accidentes de moto y ciclomotor, el área metropolitana de Barcelona es la más conflictiva con 5 de los 10 tramos más peligrosos. La carretera A-2 ocupa el primer puesto, entre el enlace con B-23 y el Nudo de Llobregat, seguida de la B-20, entre el Nudo Trinidad y el enlace con la C-32.

El informe muestra que la carretera N-340 en Castellón es la que más peligrosa para los vehículos pesados, especialmente entre el cruce de la CS-500 a Peñíscola y Vinaroz, seguida de la M-50 en Madrid, entre el enlace con la A-4 y el enlace con la A-42, y la N-4 en Sevilla, entre Dos Hermanas y la variante de Los Palacios.

La vía que acumula un mayor número de kilómetros peligrosos, con un total de 233, es la N-502, carretera que comunica Castilla y León con Andalucía y que pasa por Extremadura y Castilla-La Mancha. La N-260, que une Cataluña y Aragón, tiene 232 kilómetros peligrosos.

Lleida es la provincia más conflictiva para los conductores, hasta el punto de que el 29 % de los kilómetros analizados están considerados de nivel "negro" o "rojo", es la de mayor riesgo, seguida de León, con un 27 %, y Huesca, con un 23 %.

Por comunidades autónomas, Cantabria ocupa el primer puesto con un 21 % de carreteras con riesgo "muy elevado" o "elevado", seguida de Aragón, con un 19 % y Castilla y León, con 15 %.

La Rioja es la única Comunidad Autónoma que no dispone de kilómetros negros y rojos en la red de carreteras analizada en el informe.