El expresidente del Gobierno José María Aznar comunicó ayer por carta al líder del PP, Mariano Rajoy, que renuncia a la presidencia de honor del partido y que no tomará parte en el congreso de la formación que se celebra el próximo mes de febrero, aunque seguirá siendo militante.

La ruptura de Aznar con Rajoy llega después de años de desencuentros en los que el exjefe de Gobierno ha criticado abiertamente desde la fundación FAES, que dirige, muchas de las decisiones del Gobierno de su antiguo pupilo, desde la subida de impuestos hasta su postura respecto al desafío soberanista.

La semana pasada, Aznar reprochó a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que ésta cuestionara la recogida de firmas que el PP promovió en 2006 contra el Estatuto de Cataluña, antes de recurrir el texto ante el Tribunal Constitucional (TC). Esa actitud, según Aznar, evidencia "de nuevo" la tendencia del PP a "asumir el relato" de sus adversarios políticos.

En su carta a Rajoy, a quien desea "los mejores aciertos" en estos momentos "tan importantes y tan difíciles", Aznar justifica su decisión de dejar la presidencia de honor del PP en la nueva situación de "independencia" de la Fundación FAES, que se ha desvinculado completamente del partido.

Algo que, a su juicio, "aconseja" también que él deje su cargo honorífico en el partido. "Ningún patrono de Faes ocupa cargo alguno, ni tan siquiera honorífico, en ninguna formación política. Como presidente de Faes no deseo ser una excepción", señala Aznar.

Aznar también habló ayer por teléfono con Rajoy, pero su decisión ha cogido por sorpresa a la cúpula del PP, según informaron a "Efe" fuentes cercanas al exjefe del Ejecutivo.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, consideró que la renuncia de Aznar a la presidencia de honor del PP es la prueba de que en todas las formaciones políticas "hay posturas enfrentadas" y "debate interno".