Un día después del "mea culpa" entonado por Pablo Iglesias para zanjar la dura pugna interna en Podemos, el secretario de Organización, Pablo Echenique, quiso rematar la faena de pacificación garantizando que los "errores" cometidos estos últimos días no afectan ni afectarán a la condición "plural" de la organización.

Los "errores" son los que identificó la víspera el secretario general en el vídeo que difundió a través de Twitter. Usar los medios de comunicación y las redes sociales para "lavar nuestros trapos sucios", advirtió, traerá consigo la destrucción del partido.

Iglesias lanzó este mensaje el mismo día que el Grupo parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid ratificaba por un solo voto de diferencia la destitución del portavoz, José Manuel López, ya aprobada por el Consejo Ciudadano (ejecutiva). Así que con la palmaria división que esa votación evidenciaba, López, adscrito al sector "errejonista", puso en duda la capacidad de los "pablistas" de "gestionar bien la pluralidad".

Ahí es donde Echenique retomó ayer la cuestión. Ese uso, por "todos", de medios y redes había sido un "error", empezó, y juzgó "pertinente" que se pidan disculpas para limpiar la "mala imagen", tal como hizo Iglesias.

"Nos equivocamos todos, no solamente Pablo, pero Pablo tiene esa cualidad que tienen los líderes de dar ejemplo. Por eso es el primero que pide disculpas", explicó, didáctico, Echenique. A lo que el cofundador del partido Juan Carlos Monedero añadió que "la discusión ha terminado" y que "empieza una nueva etapa".

De esa misma opinión es también la corriente Anticapitalistas, que ayer propuso un decálogo para "dulcificar" el debate entre "pablistas" y "errejonistas" con vistas a la Asamblea Ciudadana (congreso) de febrero. Así, por ejemplo, quieren "avanzar hacia un modelo de discusión donde prime el argumento, no el eslogan", y "empezar a trabajar" para "normalizar las diferencias" y que se puedan escuchar "todas las voces y llegar a consensos".

El día concluyó con una polémica: el pacto suscrito entre los 7 ediles del PP y los 2 de la marca local de Podemos en Aljaraque (Huelva) para quitarle al PSOE la Alcaldía. La controversia, aparte del pacto en sí, llegó cuando el diputado Rafael Mayoral juzgó un "error garrafal" ese acuerdo en "un pueblo perdido de Huelva". El PSOE le afeó su "desprecio".