La consejera de Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, afirmó ayer que, "siendo tremendamente optimistas", las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) podrían concluir en 2022, aunque consideró que ese plazo "no se va a cumplir", por lo que, en su opinión, las obras de la denominada "Y vasca" podrían terminar "a partir de 2023", aunque le gustaría "no acertar y que fuera antes".

Tapia afirmó que, si el Ejecutivo autónomo asumiera la responsabilidad de algunas de las obras del TAV en el tramo guipuzcoano, "los plazos se cumplirían con más facilidad", y añadió que ya trasladaron esa posibilidad al ministro de Fomento, Íñigo De la Serna, en la reunión que mantuvieron días atrás, aunque el Ministro no la tuvo en cuenta. Por ello, no se mostró nada optimista al respecto.