El "número dos" de Podemos, Íñigo Errejón, y el sector anticapitalista del partido, liderado por la andaluza Teresa Rodríguez, chocaron ayer sobre la necesidad de que el partido se acantone en la protesta y la resistencia o vaya más allá, como propone Errejón.

El secretario político de la formación morada, que presentará su propia ponencia política a la asamblea que Podemos celebrará en febrero (Vistalegre II), aseguró que "no es momento de resistir, no es momento de replegarse, es momento de recuperar la iniciativa y de construir un Podemos de mayoría y de gobierno".

Esa es la "tesis fundamental" de su plataforma, "Recuperar la ilusión", dijo Errejón: que "sea útil ahora para estar en disposición de gobernar mañana". En la plataforma figuran junto a Errejón dirigentes morados como Pablo Bustinduy, Clara Serra o Jorge Moruno.

Errejón, cuyo grupo iniciará mañana, sábado, una ruta por diferentes puntos de España para recabar diferentes propuestas de las bases, negó que haya "líneas rojas" ante la negociación con otras candidaturas: "Entre compañeros y compañeras no hay líneas rojas, hay convicciones", manifestó.

Las palabras del secretario político de Podemos fueron contestadas de inmediato por el sector anticapitalista, en una rueda de prensa en la que intervinieron Teresa Rodríguez y el eurodiputado Miguel Urbán. "Lo que toca es construir una maquinaria de conflicto social que impida que el Gobierno tripartito de PP, PSOE y Ciudadanos nos siga quitando derechos", reivindicó Urbán. Para el eurodiputado, se trata de "desmontar la maquinaria de guerra electoral para construir una maquinaria de conflicto social", porque Podemos no puede "mimetizarse" con el bipartidismo al que buscaba derrotar cuando nació.

Rodríguez hizo hincapié en que es el momento de recuperar el "ciclo de movilización social" porque, dijo, "los cambios se producen antes en la sociedad y luego en las instituciones". Los representantes del sector anticapitalista defendieron una organización "rupturista" y plural capaz de "tejer alianzas" con los espacios surgidos al calor del 15-M.

Urbán y Rodríguez se marcaron como objetivo prioritario de Vistalegre II la construcción de candidaturas "que vayan más allá de una suma de siglas y de una unión por arriba", y la conformación de un "bloque social y político" con las clases trabajadoras y populares. Otra de las claves de futuro para Anticapitalistas es la democratización de Podemos, tras el agotamiento de un modelo que consideran demasiado vertical y jerarquizado.