Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, reprocha a Íñigo Errejón que en el documento político que defenderá en la asamblea ciudadana estatal de febrero proponga acercarse al PSOE "de la gestora".

Frente a las sugerencias del número dos del partido, Monedero respaldado a Pablo Iglesias y su defensa de una organización "desobediente" que no sirva de "muleta de nadie". "Yo creo que ahí están las grandes diferencias, que son tácticas", aclaró ayer Monedero.

La posición de Errejón choca también con otros sectores del partido. El eurodiputado, Miguel Urbán, unas de las cabezas visibles de los anticapitalistas considera que, en el proceso interno en que se encuentra la formación, "el gran peligro es girar al centro". Ofrecer orden y seguridad, como sugiere Errejón en su propuesta política, supondría que Podemos se normalizase y perdiera gran parte de su atractivo, según Urbán. Por ello no comparte la estrategia de algunos "compañeros que entienden que el espacio del PSOE se ocupa girando al centro". Frente a esa lectura del momento político, Urbán defiende que en el actual contexto las mayorías sociales se construyen en la oposición a "la gran coalición", "no desde el centro, sino desde fuera del establishment".

En lo que sí coinciden Urbán y Errejón es el necesidad de introducir cambios en la organización para atemperar el poder del secretario general. El sector errejonista expuso ayer las líneas generales de esos cambios internos, que consistirían en fijar una dirección colegiada, limitar mandatos y cargos, y dotar con más poder y recursos a los territorios para descentralizar la formación. El número dos de Podemos propondrá que sea el Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección entre asambleas, el que elija a los miembros del Consejo de Coordinación, la ejecutiva, "en base a criterios democráticos, de mérito, capacidad y proporcionalidad". Esa modificación supondría retar poder al secretario general, al arrebatarle la capacidad que ahora tiene para designar a los miembros de la dirección del partido y nombrar a un equipo "de su confianza", que después refrenda el Consejo Ciudadano.