La presidenta andaluza y líder del PSOE-A, Susana Díaz, recaló ayer en Camponaraya (León) para exigir al Gobierno de Mariano Rajoy que "de la cara" por la minería del carbón. Díaz completó ayer en esa localidad del Bierzo una minigira de dos días por Castilla y León con la que inicia su camino hacia el liderazgo socialistas, aunque no haya confirmado todavía si se presentará a las primarias.

"Es hora de que el Gobierno apoye al sector minero y que se haga frente a la despoblación de estas comarcas, así como a la falta de oportunidades", dijo la presidenta de la Junta antes de participar en un acto con militantes.

Según Díaz, el Gobierno "se ha desentendido" de las cuencas mineras. Además, denunció la paradoja "incomprensible" de que se necesite carbón "y se esté comprando fuera". "Eso es algo que gente no entiende", afirmó. Díaz cree que el Gobierno "debe levantar la voz" frente a lo que denominó el "lobby" eléctrico", que obliga a los ciudadanos a pagar "muchísimo por la luz".

En clave interna, volvió a decir, como hizo el sábado en Palencia y Salamanca, que el PSOE necesita unidad antes de volver a convertirse, como ella cree que desean los españoles, "en un partido útil y un instrumento para construir el país que se necesita".

A su llegada a Camponaraya, Díaz fue recibida entre abucheos y gritos de "¡No es no!" por varias decenas de militantes, provistos de sus carnés. La organización del acto, que se celebró en la Casa del Pueblo, prohibió la entrada a los manifestantes, lo que calentó aún más la protesta; pero Díaz evitó la polémica y se declaró favorable al diálogo.