España repite su peor resultado histórico al lograr 58 puntos sobre un máximo de 100 y baja de la posición 36ª a la 41ª de 176 países, entre Costa Rica y Georgia y en el grupo de los países europeos tenidos por más corruptos. Así se hace constar en el Índice de Percepción de la Corrupción correspondiente a 2016, elaborado por la organización no gubernamental Transparencia Internacional (TI).

Se trata de la posición más baja de la serie histórica y, si se compara a España con los vecinos europeos, ocupa el puesto 17 de los 28, una posición "discreta" y "ampliamente mejorable", según la opinión del presidente de Transparencia Internacional, Jesús Lizcano.

Imagen que se enturbia

Para TI, la pérdida de cinco puestos es "bastante grave" y, aunque precisa que la corrupción no es sistémica en España, sí constata que hay múltiples escándalos en los niveles superiores de los partidos y de los gobiernos, lo que hace que su imagen en el mundo vuelva a "enturbiarse".

La puntuación obtenida por España sitúa a nuestro país a 20 puestos de distancia de Uruguay, a 17 de Chile y empata con Costa Rica. Países como Portugal o Polonia, "que estaban peor que España en índices anteriores" adelantan a España doce puestos. Ante esta situación, la organización asegura que "nuestro país está entrando en un pelotón de países que se han acercado peligrosamente a la corrupción sistemática muy recientemente".

Los países mejor valorados son, en el índice de 2016, Dinamarca y Nueva Zelanda, ambos con una puntuación de 90 sobre 100. A continuación van Finlandia (89) y Suecia (88). Por décimo año consecutivo, Somalia (10) obtiene los peores resultados del índice y en el penúltimo puesto está Sudán del Sur, con una nota de 11.

Si bien ningún estado aparece exento de corrupción, los países del extremo superior de la lista comparten características de gobierno abierto, libertad de prensa, libertades civiles y sistemas judiciales independientes.

Por el contrario, los países que se sitúan en la cola del índice se distinguen por una "impunidad generalizada" de la corrupción, gobernabilidad deficiente e instituciones frágiles.