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Recuperar la iniciativa

Las razones del "número dos" de Podemos para encabezar un proyecto con vocación de gobierno y de ser útil al país

Recuperar la iniciativa

En la noche de las elecciones europeas, el 25 de mayo de 2014, Pablo Iglesias pronunció unas palabras que han expresado el espíritu de Podemos hasta nuestros días: "Podemos no ha venido a la política española a jugar un papel testimonial". Podemos quería desde su nacimiento, ante todo, ser útil a nuestro país. Útil para subir el listón de lo que se le exige a unos políticos y unas élites económicas que han despreciado durante demasiado tiempo a la gente corriente; útil a la hora de tomar la iniciativa y marcar el rumbo de las políticas que son más beneficiosas para nuestro pueblo; útil, en definitiva, para gobernar nuestro país en interés de la mayoría en el contexto de una crisis que han pagado quienes más han cumplido.

En la trayectoria que ha tenido Podemos ha habido algunos momentos más difíciles que otros. El año 2016 fue un año duro, tanto para la ciudadanía en general, como para Podemos en particular. El intento de formar un gobierno alternativo al del Partido Popular fue improductivo y el pacto Rivera-Sánchez una cortina de humo que no podíamos aceptar bajo ningún concepto, puesto que perpetuaba y apuntalaba la política económica del PP que tanto daño nos ha hecho. Sin embargo, Podemos dio una imagen de inmadurez que luego tuvo consecuencias en las elecciones del 26-J. Desde entonces Podemos dejó de marcar la agenda de la misma forma en que lo había hecho desde sus comienzos. Pero la capacidad de hacer autocrítica nos diferencia de los partidos viejos.

Precisamente por eso debemos y podemos recuperar la iniciativa. Porque esa es la única manera de ser útiles a nuestro país, como lo hemos sido desde aquella noche del 25 de mayo. Un Podemos útil hoy es aquel que no se olvida de la importancia de la movilización social y del esfuerzo que nos ha costado llegar a las instituciones. Ahí está la Marea Blanca andaluza consiguiendo frenar los recortes y fusiones hospitalarias, en la mejor tradición del 15-M: un pueblo unido por causas de sentido común, sin necesidad de carnés ni de banderas. Pero un Podemos útil es también uno que da la talla y empieza a ganar también en el terreno en el que siempre han jugado los de siempre: las instituciones. En un país en el que el 17% de los hogares continúa sufriendo pobreza energética, en el que el precio de la energía ha crecido un 76% desde el inicio de la crisis y en el que hemos sufrido el pasado mes la mayor subida del precio de la luz en un mes de enero, al tiempo que las grandes compañías eléctricas ganaban más de 56.000 millones y enchufaban a exministros de PSOE y PP, Podemos presentaba, junto con el resto de la oposición, una proposición de ley para derogar el impuesto al sol y facilitar el autoconsumo eléctrico. Y ese mismo día, además, las Cortes valencianas aprobaban una ley propuesta por Podemos para luchar contra la pobreza energética para que las empresas energéticas no puedan dejar sin luz a familias en riesgo de exclusión y cortar el suministro sin previo aviso en ningún caso. Recuperar la iniciativa significa ser útiles en todos los espacios en los que Podemos está ya presente y anticipar el país que vamos a gobernar en un futuro muy cercano día a día.

Éste es el objetivo del proyecto que tengo el orgullo de encabezar en nuestra segunda Asamblea Ciudadana. Queremos recuperar la iniciativa política para arrancar victorias al Gobierno de Mariano Rajoy, porque es mucho más débil de lo que aparenta. Si hacemos de Podemos la locomotora del cambio, si lo convertimos en un actor dinámico, capaz de proponer alternativas y liderar nuevos acuerdos, seremos capaces no sólo de demostrar que votar a Podemos sirve para transformar las cosas, sino que además podremos comenzar a poner fin a esta década negra para la democracia, recuperando la dignidad y los derechos como ya está sucediendo en los ayuntamientos del cambio. Ésta es una tarea que podemos llevar a cabo sin perder la perspectiva de las grandes transformaciones que queremos llevar a cabo en nuestro país: una transición energética que haga nuestro país más sostenible en términos ambientales al tiempo que crea empleo transformando nuestra industria y tejido productivo; un nuevo pacto intergeneracional que vincule la calidad de las pensiones a unas condiciones laborales dignas para la juventud; la apuesta por un nuevo acuerdo europeo que retorne a los valores fundacionales, poniendo a fin tanto a las políticas de austeridad que han compartido conservadores y socialdemócratas como al alarmante ascenso de la extrema derecha.

Todas estas son tareas que, a corto y a largo plazo, Podemos debe asumir desde la unidad y la apertura a quienes todavía faltan. Por eso pido que apoyéis mi proyecto, pero también a Pablo Iglesias como secretario general de Podemos. Juntas y juntos recuperaremos la ilusión.

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