El presidente de la gestora del PSOE y del Principado de Asturias, Javier Fernández, llamó ayer a reformular la socialdemocracia, con "un discurso que vaya más allá del que esperan los convencidos, del que espera el corazón de los votantes más fervorosos". Con esta velada alusión a las bases que apoyan las propuestas del ex secretario general Pedro Sánchez, Javier Fernández inauguró en Madrid el foro económico cuyas conclusiones se integrarán en la ponencia marco que los socialistas debatirán en su congreso del próximo junio.

Para el presidente de la gestora, la reflexión económica del PSOE no puede basarse en "soluciones fáciles", porque se hace sobre "asuntos complejos". De ahí, dijo, que los socialistas no deban "hacer esas grandes promesas que se consiguen sin ningún sacrificio", ni recurrir a "soluciones sencillas, milagrosas, inmediatas". A su entender, renunciar a esa facilidad hará que las propuestas del PSOE "sean ciertas, serias" y, como consecuencia, el partido adquirirá credibilidad económica. "Y la credibilidad económica de hoy es la que mañana nos dará credibilidad gubernamental", auguró.

Fernández defendió la "superioridad ética, económica y cultural" de una socialdemocracia que admita "tanto mercado como sea preciso", porque "la eficiencia y la competencia económica es previa a la justicia social". Pero también "tanto Estado como sea necesario", porque, cuando no se cree en la autorregulación de los mercados y se rechaza "la globalización y el capitalismo sin trabas", el Estado, dijo, es necesario "para "iluminar esa cara oscura de la economía, esa tendencia cíclica suya a caer en un comportamiento antisocial". También para "cerrar el círculo virtuoso de crecimiento y redistribución" y, en suma, "para buscar la igualdad radical de partida" y el apoyo a todos aquellos "que por avatares de la vida no puedan llegar".

"Lo único que intermedia entre el individuo aislado y el poder político omnímodo es el Estado regulador y de bienestar", añadió Fernández, quien admitió que "no lo construimos sólo los socialistas", ya que "también las clases medias ayudaron, fueron imprescindibles para legitimarlo, sostenerlo y financiarlo, y ahora las necesitamos también para preservarlo y mejorarlo". El presidente de la gestora definió el Estado del bienestar en la frase con la que cerró su intervención: "El patrimonio de los que no tienen patrimonio y el patrimonio político de los socialistas".

Antes, Fernández había tenido palabras para atacar "el populismo, la demagogia y la simplificación", otra alusión implícita, a Podemos ahora, que contrapuso a "gobiernos sensatos, serios" y a "la estabilidad de las instituciones". El carbón también estuvo presente en el discurso del presidente de la gestora, quien, en referencia a la apuesta de Sánchez por las energías renovables, que no citó, aseguró que "no es tan fácil referir que vamos a eliminar en el corto plazo combustibles como el carbón o el gas".

Para el líder interino del PSOE, se necesita "potencia firme que sea gestionable, sencillamente porque las otras (la lluvia, el viento, el sol, la meteorología...) todavía no las sabemos gestionar. En el mismo foro, José Carlos Díez, coordinador de la ponencia económica, pidió al Gobierno del PP "que cumpla sus compromisos con las cuencas mineras", lo que le valió una cerrada ovación.