Iñaki Urdangarín, el marido de la Infanta Cristina, madrugó ayer en Ginebra para comparecer ante la autoridad judicial. Ésa es la única condición que tiene que cumplir cada primero de mes para seguir en libertad provisional, a la espera de que el Tribunal Supremo revise su condena a seis años de cárcel por corrupción. A las 8.15 de la mañana, Urdangarín salió en bicicleta de la residencia familiar, a la vez que Cristina de Borbón pero por distintas puertas. El exduque regresó tres horas más tarde, tras firmar en el Juzgado, al igual que su exsocio Diego Torres hizo en Rubí, en Barcelona. En la foto, Urdangarín, a la puerta de su casa, de vuelta del Juzgado.