El aspirante a las primarias del PSOE Patxi López rechazó ayer en San Sebastián la propuesta lanzada la víspera por el "sanchista" Odón Elorza, exalcalde donostiarra, invitando al exlendakari a dejar paso Pedro Sánchez tras llegar a un acuerdo previo. "El día de las primarias habrá una papeleta con mi nombre", dijo López por toda contestación.

De esta forma, el también expresidente del Congreso de los Diputados vuelve a dejar claro que irá "hasta el final" en el proceso de primarias, como ha repetido hasta la saciedad, lo que no le impidió apelar ayer, ante unos 500 militantes, a la "necesaria unidad" del partido.

López actuó "en casa, entre los socialistas vascos", y contó con el respaldo de la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, el expresidente de esta formación Jesús Eguiguren y dirigentes como Rodolfo Ares e Iñaki Arriola.

"Yo no voy a clasificar a los militantes en buenos y malos, en rojos y azules, en militantes de izquierdas o derechas", porque "todos somos socialistas defendiendo lo que creemos mejor para nuestro partido y nuestro país", destacó López, que, con todo, demandó a los socialistas vascos su "apoyo" en esta "gran batalla" para "salvar" al PSOE.

Eso sí, puntualizó que esta batalla "no es para ganar las primarias sin más", sino "para tener muy claro lo que hay que hacer al día siguiente" de la votación, cuando "no podemos jugar a pasar facturas ni a cobrar revanchas, sino a sumar, a unir, a integrar a todos en un mismo proyecto, en una misma ilusión".

Por eso dijo que defiende un proyecto para el PSOE "claro y sin matices, sin actos de fusión o de confusión, ni con la derecha ni con Podemos". Y dijo más: "No quiero que el Partido Socialista se defina por votar todas las semanas con el PP, ni por buscar alianzas ciegas con un Pablo Iglesias que lo único que pretende es acabar con nosotros".

Al partido de izquierdas que él quiere volver a hacer "ganador" le puso tres adjetivos: "exigente, creíble y razonable". Todo ello sin dejar de reconocer que la formación ha pasado una "muy mala época" que ha dejado a "todos tocados".

Sin embargo, en su opinión, es hora de decir "se acabó", porque "no se trata de buscar culpables, de señalar con el dedo al más malo, ni de buscar a los más responsables porque responsables somos todos los dirigentes de este partido, todos, sin excepción". Por lo tanto, razonó, "es la hora de la militancia" y de "decidir entre todos qué orientación damos a nuestro partido"; la hora de abrir el PSOE "física y mentalmente", de "recuperar debates, reavivar procesos internos, abrirse a nuevas ideas". Pero siempre desde la "unidad", que no es lo mismo que la "uniformidad", precisó.

De su lado, Elorza matizó su propuesta del sábado sobre una candidatura conjunta Sánchez-López -sugerida el pasado miércoles por la presidenta balear, Francina Armengol- aclarando que "candidato no puede haber más que uno". Tras lo que vino a reprocharle a Armengol que ese día no quisiera decir "claramente que Patxi López debería reflexionar, replantearse si debe mantener su candidatura cuando no tiene realmente ninguna posibilidad de ganar".

En favor de López, la secretaria general del PSOE de Madrid, Sara Hernández, antigua aliada de Sánchez, advirtió al defenestrado secretario general que "tratar a un compañero como un enemigo puede ayudar a ganar un congreso, pero no va a servir para unir al partido".