El PDECat (la antigua Convergència, CDC) intentó ayer marcar distancias con la corrupción en vísperas de la decisiva declaración, en el juicio del "caso Palau", de Jordi Montull y su hija. El "número dos" del Palau negocia un acuerdo con la Fiscalía para rebajar la petición de pena para Gemma Montull a cambio de implicar al partido de Artur Mas en el cobro de comisiones para financiar ilegalmente a la formación.

"Nos asco la corrupción", dijo la coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, pero añadiendo: "Todo lo que haga referencia al pasado de CDC, en relación a la financiación, me toca valorarlo cuando haya sentencias firmes del juicio que se está llevando a cabo".

Ayer, dos días antes de declarar, Montull concedió una entrevista a la televisión autonómica en la que exculpa a su hija del expolio de la entidad cultural y anuncia que esta "dirá la verdad, la verdad de todo el tema" cuando mañana declare.

"Cuando mi hija declare, yo ratificaré lo que ella diga, porque ella dirá la verdad", avanzó Montull, que, igual que Fèlix Millet, de quien fue mano derecha, afronta una pena de 27 años y medio de cárcel.

Montull aprovechó la ocasión para exculparse. " Yo llegué allí y ya estaba el asunto hecho", dijo en referencia a su superior. Millet, en otra entrevista, se jacta de haber salvado al Palau "cuanto estaba a punto de caer".

Por otro lado, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, recurrió la segunda querella que recibe por desobediencia al Tribunal Constitucional (TC).