La batalla inicial de las primarias del PSOE es por las reglas y se libró en la tarde de ayer en la sede madrileña de Ferraz. Los más combativos fueron los representantes de la candidatura de Pedro Sánchez, quienes defendieron su propio sistema de financiación y propusieron medidas para garantizar la neutralidad del aparato. El entorno de los sanchistas cuestiona que Mario Jiménez, portavoz de la gestora, pueda desempeñar un papel arbitral por su condición de hombre de confianza de Susana Díaz.

La primera reunión entre las gestora y los tres precandidatos duró dos horas y media. Los sanchistas llegaron con tres propuestas básicas: renovar de forma consensuada la comisión de garantías electorales; crear una comisión del censo en la que todos estén representados y mantener la financiación de la precampaña a través de microdonaciones. Esta última pretensión es la que más desacuerdo suscita. La gestora sostiene que la ley de partidos obliga a un control total de la financiación, por lo que defiende que se abran dos cuentas a cada precandidato, una de ingresos y otra de gastos, controladas a medias por el partido y por los responsables de cada campaña. Patxi López y Susana Díaz aceptan la fórmula. En cambio, Sánchez la rechaza por considerar que la precampaña se desarrolla en un vacío legal: las primarias no se convocarán hasta comienzos de abril y ninguno de los aspirantes tiene garantizado ser candidato hasta que no aporte los avales correspondientes. En esa circunstancia, el equipo del exsecretario general del PSOE quiere mantener las microdonaciones hasta que el proceso se inicie formalmente, momento en que el partidos asignará fondos a los candidatos y en el que se compromete a cerrar el "crowfunding". "Vamos a someternos a la normativa del partido una vez abierto el proceso de primarias, pero no podemos paralizar ahora el crowdfunding", explicó ayer Andrés Perelló, responsable jurídico del equipo de Sánchez, para quien esa suspensión dejaría "sin cobertura legal ni fiscal" un proceso que "no tiene antecedentes en el Tribunal de Cuentas".

Más del 97 por ciento de las 1.252 donaciones con las que la candidatura del antiguo líder recaudó 82.000 euros en pocos días fueron aportaciones inferiores a los 300 euros, en su mayoría de diez y veinte euros.

En lo que sí hubo acuerdo ayer, en la primera de las reuniones preparatorias, fue en proceder a verificar las quejas sobre problemas en las afiliaciones que los "sanchistas" vienen denunciando.

El entorno de Pedro Sánchez cuestiona la neutralidad de la gestora en el proceso de primarias. La diputada Margarita Robles, que no milita en el partido y fue una de las incorporaciones personales del exsecretario del PSOE a la candidatura por Madrid, dudó ayer de la conveniencia de que Mario Jiménez se ocupe de controlar el proceso. "La apariencia de imparcialidad es muy importante", afirma Robles, para quien "quizá Mario Jiménez, que es también portavoz del PSOE en el Parlamento de Andalucía, no debería ser el encargado de llevar todo este proceso". La vicepresidenta segunda del Congreso, Micaela Navarro, una de las integrantes de la ejecutiva de Sánchez que dimitió para forzar su renuncia, exigió que se evite poner "en entredicho" las normas del proceso de primarias o a "cualquier persona que forme parte de un órgano del partido". Otros diputados salieron también en defensa de Jiménez.

El portavoz del grupo Socialista, Antonio Hernando, negó ayer que las tensión en torno a las primarias estén perturbando el trabajo parlamentario.