El PDeCAT desautorizó ayer, si bien con "respeto", al líder de ERC, Oriol Junqueras, que la víspera apostó por que el Parlament declare la independencia de Cataluña si el referéndum no puede celebrarse. El nuevo portavoz del partido en el Congreso, Carles Campuzano, propuso "centrarse en el compromiso" de celebrar esa consulta. Un objetivo que a su juicio debe tener en cuenta "todo el mundo", pero "especialmente los responsables del Govern y especialmente el vicepresidente, Oriol Junqueras, que tiene el encargo" de organizar el referéndum.

Las palabras de Campuzano hallaron eco en otras del "número dos" del PDeCAT, David Bonvehí, que también propuso "centrarse" ahora en el compromiso del referéndum e ir después "paso a paso" para cumplir el programa electoral de Junts pel Sí (JxS), del que Junqueras tiró para justificar la declaración de independencia denominándola "cláusula de desbloqueo".

Bonvehí renunció la víspera a llevar ante el fiscal el supuesto espionaje al que le sometieron miembros de ERC, pero ayer pidió a los republicanos que "averigüen" cómo se registró la grabación en la que expresa sus dudas sobre el éxito del "procés".

La propuesta de Junqueras de declarar la independencia sin pasar por las urnas también encontró réplica en el Gobierno central. "No veo al señor Junqueras haciendo declaraciones unilaterales de independencia, es un poco ridículo", dijo el canciller, Alfonso Dastis, mientras que el diputado del PP catalán Alejandro Fernández consideró esa posibilidad "un golpe de Estado". Y añadió: "Mientras el PDeCAT se desangra, Oriol Junqueras se va de rositas".

El president, Carles Puigdemont, llamó a los catalanes a "comprometerse colectivamente como país" ante el "intento" del Estado de "inhabilitar a todo un pueblo".