La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El padrino

La coincidencia de intereses de Aznar y Rivera

El padrino

Agotada la vía interna, Aznar apadrina al rival externo en su empeño en llevar al PP hacia nuevos horizontes. En la invitación a Rivera para clausurar un máster sobre liderazgo (¿esas cosas se enseñan?), en el instituto que preside quien quiso devolvernos al lugar que nos corresponde en la Historia, hay beneficio para ambas partes. Pese al frío encuentro entre ellos, la apariencia de proximidad permite a Aznar mostrar que otra derecha es posible y llevar algo de inquietud a esos seres distantes que en tiempos mejores fueron los suyos. Para Rivera es la oportunidad de reiterar su profesión de fe liberal desde un escenario en el que, sobreponiéndose al tedio que provoca lo ya tantas veces repetido, se le va a escuchar con suma atención aunque sólo sea por el morbo político. Además de esa confluencia de intereses, ambos coinciden en que Rajoy carece de proyecto político más allá de la resistencia pasiva y del aguante de los embates a que está expuesto quien gobierna en minoría.

El mapa político que traza Rivera resulta simple: sólo el liberalismo está en condiciones de encararse con la amenaza populista, que desborda las viejas limitaciones de conservadores y socialdemócratas. Pero el demonio populista no es una moda reciente que se extienda imparable sino la expresión de un gen inserto en la política desde sus orígenes, un legado que también se dejará notar en Ciudadanos si algún día llega a consolidarse como un partido con posibilidades de acceso al poder. La ensoñación de Rivera de verse como el Macron español acentúa ahora esa función de su partido como mera plataforma sobre la que se aúpa un líder. En la práctica ese centro-derecha aseado y modoso se revela como el partido de la impotencia, que sólo adquiere relevancia al concurrir en pactos que, después, por su escasa fuerza, es incapaz de hacer que se cumplan sin el auxilio de otros. La prueba más reciente: un Rajoy sin proyecto pero correoso que se resiste a materializar su compromiso de que una comisión parlamentaria investigue la oscura financiación del PP.

Compartir el artículo

stats