La delegación asturiana votó unida en apoyo del carbón autóctono después de que la intervención de un dirigente conservacionista, que acudía de invitado al congreso, sembrase el desconcierto sobre las intenciones del congreso federal del PSOE en el proceso de "descarbonización" de España. Con todo la defensa más encendida del sector minero corrió por cuenta de la delegación de León, donde también están en peligro cientos de empleos de comarcas que estén en riesgo de caer en la despoblación.

La discordia llegó cuando Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España, abogó por "la descarbonización total de la economía española". Del Olmo afirmó que "España puede hacer mucho más para frenar el cambio climático, por ejemplo aprobando una ley de cambio climático y transición energética, ambiciosa y exigente, que apueste por un modelo renovable 100 por cien y obtenga como meta la descarbonización total de la economía española".

La enmienda de energía que había salido del precongreso de la FSA incluía en su preámbulo el apoyo al carbón autóctono pero no en el articulado. La delegación de León defendió que la ponencia incluyese en sus artículos el "hueco térmico" para el carbón nacional en el mix energético así como la puesta en marcha de planes de reindustrialización para las comarcas mineras. La iniciativa leonesa contó con el respaldo unánime de los delegados asturianos, tanto de los pedristas como del sector afín a Javier Fernández, pero fue rechazada y no llegó ni al plenario. Mejor suerte corrieron las propuestas sobre la tarifa energética, procedente de Avilés, otra sobre el apoyo a la ganadería extensiva y otra sobre medidas de apoyo a municipios de menos de 10.000 habitantes, que planteó Marcelino Marcos Líndez.