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Los sanchistas dan por hecha la victoria en Asturias y los javieristas presentarán batalla

El camino de Barbón La desmembración del susanismo

Adrián Barbón, ayer, de camino al congreso del PSOE. MODEM PRESS

Pedro Sánchez no tiene ya ningún obstáculo interno y está a su disposición la maquinaria del PSOE. Los barones han asistido al Congreso Federal con cierta actitud de indiferencia ante la monolítica posición de la nueva mayoría socialista. "Este ha sido el congreso de Suresnes del siglo XXI", ha dicho incluso el Alcalde de Laviana, Adrián Barbón, para referirse a un momento que los sanchistas califican de histórico. En la resaca postcongresual estas son algunas de las claves que explican las decisiones tomadas por la nueva dirección federal y la aparente desmembración de los susanistas. Las miradas están ahora en los congresos regionales: el de Asturias será a la vuelta del verano y las espadas están en alto.

El camino se allana para Barbón. Aunque los javieristas pataleen por el hecho de que no hayan obtenido representación en el Comité Federal (de facto la tienen, ya que Nino Torre sí ha conseguido un asiento a través de Juventudes Socialistas), entraba dentro de la lógica del sanchismo que los afines al renovado secretario general del PSOE copasen los puestos de un órgano que ha perdido peso y significado político dentro del partido. El Comité Federal ya no es un reflejo del plural sentir del partido, sino del peso de la mayoría. En todo caso llama la atención, por la ausencia, que Adrián Barbón haya dejado de estar presente en este órgano. Formó parte de él en la última etapa y ha sido uno de los más fieles de Pedro Sánchez en Asturias. Su exclusión de la lista sólo obedece a una lectura: es el más que probable candidato del sanchismo a la secretaria general de la FSA, por lo que finalmente terminará sentándose en el Comité Federal como miembro nato, tanto si termina como máximo responsable de la familia socialista asturiana como si consigue el acceso por la cuota que corresponderá al equilibrio que arroje la pugna en Asturias.

Clima bélico en Asturias. Ya puede ir despejando las dudas si alguien las tenía sobre la hipótesis de que el sector oficialista, el que aún se mantiene fiel hasta la médula al presidente Javier Fernández, vaya a presentar batalla en el congreso autonómico del PSOE. Los javieristas (requieren elegir con urgencia un apelativo) estaban dispuestos a ver cómo se desarrollaba el Congreso Federal para "pulsar" el ánimo de venganza de los sanchistas. La decisión de la dirección federal de Pedro Sánchez de que ni siquiera se negocie en Asturias la composición de los órganos del partido con quienes avalaron a Susana Díaz, les arma de argumentos. "Ya sabemos lo que nos espera, pero daremos batalla: ha quedado a la vista que los sanchistas se van a limitar a aplicar el rodillo sin ningún afán de integración", asegura un dirigente socialista asturiano. La posibilidad no estaba clara hace días, y quizás la hubiese frenado una actitud de Pedro Sánchez más conciliadora. Ahora no hay duda: el PSOE es el que la nueva mayoría decide, que está dispuesta a hacer pagar el "sufrimiento" que ha pasado en la operación para tumbar a Sánchez en el Comité Federal del 1 de octubre y los meses siguientes de la gestora.

Las tachaduras no se olvidan. Del otro lado la lectura es distinta. Los sanchistas han considerado una verdadera deslealtad que casi 40 delegados javieristas en el "congresillo" autonómico que se celebró antes del Federal tachasen como protesta los nombres de Adriana Lastra y de José Luis Alperi. ¿No había un acuerdo para aprobar una lista equitativa de delegados al Congreso Federal? ¿A qué vino aquella "actitud infantil"? Aunque parezca una anécdota, ese hecho ha pesado a la hora de justificar por qué no se negoció con los javieristas la designación de puestos al Comité Federal. Y otra razón más, esta sí de peso; Javier Fernández en ningún momento planteó a Pedro Sánchez ningún tipo de reparto en la representación asturiana. "Si ni a él ni a Jesús Gutiérrez les preocupaba eso, ¿a qué viene ahora quejarse?", sostienen fuentes sanchistas.

¿Hubo o no integración? Aunque entre los oficialistas asturianos ha sentado fatal que los sanchistas copen todos los puestos del Comité Federal, lo cierto es que sí hay susanistas en este órgano. Quizás parte de la culpa haya sido de los sectores críticos con Sánchez, que no han mostrado ninguna unidad en el Congreso. Cada barón territorial ha ido a lo suyo y Susana Díaz a blindar Andalucía para evitar una confrontación con Pedro Sánchez en su congreso autonómico. "No tenemos pretensiones", dejó claro el sábado en la cena con los suyos, mientras los asturianos se quedaban solos votando en contra del "Estado plurinacional". "Nos sentimos abandonados", reconocieron algunos de los que apostaron por Díaz.

¿La victoria fue para el PSC? Pedro Sánchez ha sido el gran victorioso; pero también el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC). Al menos es así para el sector oficialista asturiano, el único que numantinamente ha plantado cara a las tesis de la "plurinacional" del nuevo secretario general del PSOE. "Está claro que son las tesis del PSC las que triunfan", dicen desde Asturias. Los sanchistas, en cambio, restan hierro a esa nueva definición de España y sus singularidades y al efecto real que tengan las palabras. Se han esforzado en las últimas semanas en señalar que inocular en el ideario ideológico del PSOE la idea de que España es un "Estado plurinacional" no va en contra de las tesis defendidas por el partido en la Declaración de Granada, pero lo cierto es que Sánchez puede acabar metido en un enredo semántico similar al que sufrió Zapatero cuando afirmó que aprobaría la reforma del Estatut de Cataluña que llegase del parlamento, fuese cual fuese.

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