Francisco Álvarez Casco negó ayer durante el juicio del "caso Gürtel" que se celebra en la Audiencia Nacional que hubiese recibido ningún tipo de comisión por parte de esta trama corrupta ni en su condición de secretario general del PP (1989-1999) ni como ministro de Fomento (2000-2004). Ante el tribunal que juzga la primera etapa de la trama que encabezaba Francisco Correa , el fundador de Foro Asturias rechazó haber percibido sobresueldos, como le atribuyen los "papeles de Bárcenas", la contabilidad secreta del exgerente y tesorero del PP, que se estudia en otra causa como pieza separada. Con la misma rotundidad, Alvarez-Cascos rechazó ser "PAC", iniciales con las que, en uno de los papeles de la trama, se identifica a unos de los perceptores de comisiones, como se apuntaba en un informe policial de enero de 2014.

Álvarez-Cascos declaró durante una hora ante los magistrados en calidad de testigo, bajo la atenta mirada desde el banquillo de los acusados Luis Bárcenas y Francisco Correa. Su presencia fue requerida por el abogado de Bárcenas, en cuya defensa se implicó el político asturiano al atribuir, en un primer momento, los millones del tesorero en Suiza a su habilidad para los negocios. El antiguo ministro de Fomento aseguró ante el tribunal que Bárcenas dependía jerárquicamente del tesorero Álvaro Lapuerta, encargado de controlar los donativos al partido. "Jamás recibí una llamada relacionada con adjudicaciones de concursos", afirmó rotundo. Álvarez-Cascos señaló que a su llegada al Ministerio de Fomento modificó las normas de contratación para evitar la discrecionalidad e impedir el trasiego de comisiones ilegales. Con el nuevo sistema, "era imposible la arbitrariedad y la manipulación. El ministro no estaba en los órganos de contratación. La objetividad y la transparencia estaban aseguradas".

En una de las grabaciones de los cabecillas de la trama Gürtel realizadas por José Luis Peñas y llevadas a la Fiscalía Anticorrupción, que propiciaron el inicio de la causa, Francisco Correa afirmaba que había entregado mil millones de pesetas a Álvarez-Cascos y Luis Bárcenas en la sede del PP en la calle Génova y en su domicilio. El exministro afirmó conocer "por los medios" una información que calificó de "versión inverosímil". Expuso en la sala que en 2014 LA NUEVA ESPAÑA publicó unas declaraciones de Peñas en las que insistía en esta misma línea, por lo que se querelló contra él. Durante el juicio consiguiente, el delator de la "Gürtel" acabó desdiciéndose y exculpando a Cascos. Finalmente, la querella por injurias y calumnias contra Peñas fue archivada.

Respecto a la organización de las campañas electorales del PP en las que intervino Correa, Álvarez-Cascos reconoció que "el secretario general coordinaba las áreas del partido y tradicionalmente, había una vicesecretaría electoral que era la que desarrollaba las iniciativas de la campaña". El exministro descartó que Bárcenas pudiese influir en las campañas porque "eran ámbitos de decisión que jerárquicamente estaban por encima del gerente ".

Informe rectificado

Aunque uno de los informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) le atribuyera un reparto de comisiones en las campañas de 2003 y 2004, en esa época" ya no tenía cargo alguno en el partido, ni participé en esas campañas". El exvicepresidente desmintió en su momento la noticia apuntó a que los autores de esos informe afirmaron más adelante que "esas siglas (PAC) no pertenecían a Paco Álvarez Cascos y que el inspector firmante de ese informe modificó su criterio en febrero de 2014 y dejó de adjudicarme la pertenencia de esas siglas. Esto ha sido suficientemente acreditado y constará en el sumario y supongo que carece de fundamento seguir haciendo esas insinuaciones".

Sobre su relación con el antiguo tesorero del PP, señaló que "no recuerdo que Bárcenas me pidiera ningún favor personal. Durante los años que fui secretario general no tengo ningún motivo de reproche contra él como gerente del partido. No tengo enemistad con las personas que están imputadas en este juicio". Respecto a Francisco Correa, manifestó que sus declaraciones "no me hacen gracia porque han salpicado mi honor, pero no he convertido a estas personas en mis enemigos".