La nueva dirección del PSOE abre la posibilidad de que en aquellas comunidades en las que gobiernan los socialistas se implante un modelo de bicefalia y no coincidan en una misma persona el máximo cargo institucional y el del partido. "Una cosa es el liderazgo del partido y otra el institucional, yo no veo problema, porque los dos liderazgos responden a claves diferentes", afirmó ayer Óscar Puente en su estreno como portavoz, tras la primera reunión de la ejecutiva del PSOE. Ese criterio rompe con lo que hasta ahora era un regla no escrita entre los socialistas.

Puente, que es además alcalde de Valladolid, niega que la nueva dirección tenga intención de remover a los líderes territoriales del partido que han mostrado más hostilidad hacia Pedro Sánchez. "Nosotros no vamos a alentar candidaturas alternativas a nadie, pero tampoco las vamos a cercenar ni impedir que se presenten". Era una respuesta al temor expresado por el presidente valenciano Ximo Puig a que la candidatura a la secretaría general del PSPV del alcalde de Burjassot, el sanchista Rafael García, constituya un intento de debilitar su liderazgo. "Uno no puede decir que su liderazgo se debilita porque haya más candidatos, porque eso está en los procedimientos del partido. Si creemos que los procedimientos debilitan los liderazgos deberíamos cambiarlos", afirmaba ayer el portavoz de la ejecutiva socialista.

En abierta discrepancia con el criterio que sostiene la dirección recién salida del 39 congreso federal del partido, Ximo Puig defiende que "no se pueden separar la realidad orgánica de la realidad institucional" del proyecto política, un vínculo que es "una tradición que se debe mantener". El presidente valenciano presentó ayer su candidatura al congreso regional del partido, que se celebrará del 28 al 30 de julio. Puig aspira a mantener su máxima responsabilidad orgánica porque "cuesta pensar que haya motivos suficientes para plantear una alternativa" a su liderazgo. Su rival, Rafael García, señala que su intención de concurrir en el proceso interno "no es un desafío al president de la Generalitat, es sencillamente un proyecto político diferente". El alcalde Burjassot considera que Puig está haciendo "un buen trabajo", pero a nivel orgánico el PSOE valenciano "está parado" y "el partido pide ahora más partido".