Las réplicas del Congreso Federal del PSOE empezaron a sentirse ayer en el tablero de la política asturiana. Los portavoces de los seis grupos políticas se pronunciaron sobre la repercusión que los cambios del nuevo PSOE pueden tener para la acción de gobierno de Javier Fernández.

El socialista Fernando Lastra, que en el cónclave interno no ocultó sus discrepancias con la nueva dirección en cuestiones como la España plurinacional, habló ayer de "cierre de filas" con la dirección de Pedro Sánchez. Defendió que el PSOE "tiene su rumbo y no queda más que respaldarlo" y garantizó que las cuestiones internas no interferirán en el ámbito institucional y del Gobierno regional.

El "número dos" del PP, Luis Venta, señaló que los socialistas con esta nueva dirección "se radicalizan y podemizan" y constató la falta de "sintonía" de Pedro Sánchez y Adriana Lastra con Javier Fernández. El portavoz podemista Emilio León dijo que le gustaría "un acercamiento a posiciones razonables" del PSOE pero también expresó su preocupación por "la bunkerización" de Javier Fernández "que ha pasado de ir al programa de Ana Rosa a no rendir cuentas a su congreso".

Gaspar Llamazares (IU) reclamó un giro de timón al Gobierno regional que "debe salir del estado de shock con medidas que sirvan para cumplir el pacto de investidura". Para la forista Cristina Coto "el problema de Asturias no es tanto la vida interna del PSOE como las políticas trasnochadas del Gobierno de Javier Fernández". Los nuevos vientos en el PSOE soplan, a juicio de Nicanor García, a favor de Ciudadanos que tiene expectativas de captar "el electorado de centro izquierda y señaló el congreso regional del PSOE como clave para el Gobierno de Javier Fernández.