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Cuestación

De Lola Flores a Alibaba: opciones para comprar las urnas del 1-O

Cuestación

Dice Junqueras que los catalanes que votaron el 9-N (urnas de cartón) estarían encantados de poner 2,1 euros por cabeza para librar a Mas de la multa con que le amenaza el Tribunal de Cuentas (nada, 5 millones). Él lo llama "caja de resistencia", pero sin pretenderlo (o igual sí, que hay mucho catalán que se pirra por la copla), emula a aquella Lola Flores que en 1987 pedía a cada español una peseta para saldar sus deudas con Hacienda.

Hace treinta años "la Faraona" estaba inventando el "crowdfunding" y no lo sabía, y ahora Junqueras, hombre bienintencionado y de lágrima fácil, sigue sus pasos con una puesta en escena igual de melodramática. El diría "mise-en-scène" porque aún confía en recuperar el Roussillon (de la Corona de Aragón que fue), pero la "Lola de España", al debutar como "Lola de Hacienda", dijo peseta, no "peçeta", porque la pobre ignoraba que el nombre de nuestra mítica moneda viene del catalán.

Todo ello, en el fondo, da idea de la enorme penetración que lo andaluz ha tenido y tiene en la cultura catalana, pese a las burlas que los nacidos en "la tierra del ronquido" han merecido siempre en la de los "castellets": esa superioridad casi racial que aún desprenden los gestos y las palabras de políticos como Pere Soler, el nuevo director de los Mossos d'Esquadra.

Pero, volviendo a Junqueras, pienso que haría mejor dedicando el fruto de la cuestación a comprar urnas. Corre más prisa, y de esa manera cumpliría su sueño de repartir la responsabilidad, política y contable, no ya entre todos los consejeros, que a estas alturas del desafío ya no tiene mérito, sino entre los 2.305.290 catalanes que se postraron en adoración ante las cajitas aquel histórico 9 de noviembre.

Después es importante elegir bien la empresa. Lo mejor sería una gran firma del comercio electrónico: Amazon o Alibaba. El más adecuado parece el grupo chino, porque a Pekín ahora no hay quien le chiste y Rajoy pierde el culo por cazar un contrato de la nueva ruta de la seda. Y además es la patria de Confucio, que siempre fue lo más en serenidad y razón. Hasta puede que así recuperen el "seny".

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