Mariano Rajoy defiende esperar al desenlace de la consulta soberanista como paso previo para abordar la situación de Cataluña. "Antes del 1 de octubre no soy partidario de hacer nada", afirmó ayer tras el despacho habitual de cada verano con el Rey en el Palacio de Marivent, en Mallorca. El presidente del Gobierno definió, una vez más, su posición de firmeza ante el independentismo al considerar que "doy una batalla por una justa causa y porque creo que hay gente que se está equivocando, que se ha entregado en manos de la gente más extremista y radical que ha habido en España en decenas de años, que son los la CUP. Esa es la gente a la que, por lo visto, algunos les dejan que marque el rumbo en Cataluña. Desde luego Mariano Rajoy no se lo va a dejar".

Tras insistir en que "no va a haber referéndum porque España es una democracia, un Estado de derecho", el líder del PP advirtió de que si la Mesa del Parlamento catalán califica favorablemente la proposición de ley de la consulta registrada por JxS y la CUP el Ejecutivo lo recurrirá inmediatamente ante el Constitucional, porque es "una nueva patada al sistema democrático en una dinámica que algunos han establecido, que es perversa y que va contra el propio espíritu de la UE".

El jefe del Ejecutivo se muestra reacio a la pretensión del PSOE de que una comisión parlamentaria inicie los trabajos previos a una reforma de la Constitución que proporcione un nuevo encaje a Cataluña y corte el paso al soberanismo. La secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, reconoció ayer que los socialistas trabajan en promover un grupo que explore el cambio constitucional aunque apunta que "no hay nada decidido ni terminado" y que ese estudio debe abordarse "con calma y un gran debate de los ciudadanos". Rajoy considera una "prioridad inexcusable" que haya un acuerdo entre las principales fuerzas sobre el asunto catalán, sin concretar en qué términos ni el alcance de ese consenso aunque dejando abierta la posible reforma constitucional.

Lo que tiene asegurado el presidente es que, superada la fecha en la que los independentistas mantienen su pretensión de celebrar un referéndum pese a todas las advertencias legales en contra, los socialistas no atenderán la invitación del PDeCAT de presentar un moción de censura con su apoyo. "Ofrecimientos de este tipo" por parte de "aquellos que quieren irse de España, que la quieren romper", no pasan "los mínimos de seriedad exigidos a todo planteamiento político", afirmó ayer secretario de organización del PSC, Salvador Illa, en respuesta a la oferta de los catalanistas, que quieren "nuevos interlocutores" en Madrid después de la consulta.

El presidente hubo de posponer dos horas su encuentro con el Rey por un ataque de lumbalgia. Rajoy sustituyó ayer su habitual caminata madrugadora por Ribadumia, que forma parte ya de la rutina veraniega y vacacional, por un paseo por Sanxenso, tras el que se sintió mal y precisó atención médica antes se subirse al avión que lo llevó de Vigo a Palma de Mallorca. "Faltó moderación" en el esfuerzo físico, señaló después el jefe del Ejecutivo, para quien los paseos a buen ritmo son "mejor en tierra que duro". Pese al achaque, el líder del PP aseguró sentirse "en forma para ganar las próximas elecciones". Fue su respuesta a la pregunta por los resultados del último barómetro del CIS, que detecta una pérdida de apoyos de los populares, que ahora estaría con menos de cuatro puntos sobre los socialistas. "Hay momentos en que a unos les va mejor y a otros peor", sentenció.