Susana Sánchez, de raíz gijonesa, da clases a inmigrantes, a muchos musulmanes que "ya se sentían vigilados, incómodos, eso ahora irá a peor", afirma. Antes de ayer "no veía especial preocupación policial en la calle, ni topes en las Ramblas. Hay sorpresa, indignación y pena".