"Se ha producido un atropello masivo en las Ramblas de Barcelona". Éste fue el escueto texto del tuit que ayer a las cinco y diez de la tarde puso en alerta a los medios de comunicación de todo el país. Se publicó en la cuenta oficial de los Mossos d'Escuadra. Los responsables de comunicación de la Policía catalana prefirieron informar así de lo sucedido: sin notas de prensa ni correos electrónicos, sólo por redes sociales.

Pero el papel protagonista de este canal de comunicación no se quedó ahí. Twitter volvió a convertirse en un transmisor fundamental de información tras el atentado de Barcelona. Todos los medios nacionales citaron el mensaje de los Mossos en sus primeras informaciones. Además, pocos minutos después de que se conociera la noticia, muchos periodistas siguieron la comparecencia del consejero de Interior de la Generalitat a través de Periscope, la plataforma de directos de Twitter.

Los Mossos no fueron los únicos en llevar la información a las redes. La Policía Nacional (seguida en Twitter por casi tres millones de personas) lanzó a lo largo de la tarde varios mensajes en los que se pedía prudencia a los internautas y a los medios de comunicación y rogaba que bajo ninguna circunstancia se subieran a las redes vídeos que pudieran poner en peligro las investigaciones. En esos momentos los agentes buscaban a los autores del atentado, que habían huido a pie de la zona. A pesar de que muchos usuarios de Twitter y Facebook hicieron caso omiso de las peticiones de la Policía (algunos incluso permitieron seguir al minuto los movimientos de los investigadores), el mensaje de advertencia lanzado por los agentes sirvió para que la red se inundara de críticas contra quienes distribuían vídeos que, en muchas ocasiones, faltaban al respeto a las víctimas y sus familiares mostrando imágenes sangrientas. "Es un buen día para dejar de seguir a muchos medios", criticaba un tuitero a media tarde.

El atentado de ayer en Barcelona sirvió también, como ya pasó en otra época y en otras plataformas, para resucitar el viejo dilema periodístico de la idoneidad de publicar o no ciertas imágenes. Muchos obviaron la discusión con un aviso previo: "Advertimos de la crudeza de las imágenes". Pero las redes no perdonan y los lectores fueron implacables en la censura de muchas de imágenes. A lo largo de la tarde hubo muchas fotos de gatos en Twitter. ¿La razón? Muchos preferían compartir a un minino antes que a un herido grave ensangrentado.

Pero las redes no fueron siempre por delante de lo sucedido. Cuando la Generalitat ya había confirmado trece muertos los Mossos lanzaron un "tuit" en el que aseguraban que sólo había un fallecido. Un error que, nuevamente, hizo que muchos lanzaran críticas a los medios. Creyeron más a los Mossos pese a que eran los medios los que estaban en lo cierto.