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La comunidad islámica en el Principado

Víctimas, no verdugos

Los musulmanes de Asturias, consternados por el atentado en Barcelona, proclaman: "Terrorismo e Islam no tienen que ver"

Uno de los presentes ayer en la mezquita de Oviedo lee el Corán. IRMA COLLÍN

Los musulmanes de Oviedo y Avilés se reunían en la jornada de ayer en sus mezquitas, ubicadas en bajos de sendas ciudades, para rezar. Pero no era un día cualquiera. Los fieles al credo de Alá desfilaban cabizbajos hacia la estrecha entrada de su templo. "Condenamos cualquier clase de violencia y más la que se comete en nombre de nuestra religión. Es un crimen imperdonable. Nuestros sentimientos están con las familias de los heridos y esperamos que Alá tenga en su gloria a los fallecidos", manifestó Abu Hassam, el secretario de la mezquita, haciendo referencia al atentado que se produjo el jueves en Las Ramblas de Barcelona, en el que fallecieron 14 personas.

A modo de rechazo, las comunidades musulmanas en Oviedo y Avilés incluyeron ayer unas sentidas palabras de condena de los hechos en su sermón. "En el Islam, si matas a una persona es como si hubieras matado a toda la humanidad, y si das vida a una persona, es como si se la hubieras dado a todas", explica Yahya Zanabili, presidente de la comunidad musulmana en Asturias.

Por ello, negaban cualquier relación justificada entre su religión y los atentados terroristas. "Los asesinatos no tienen nada que ver con la religión o la patria. Terrorismo e Islam nunca pueden unirse. El Islam, en su propio nombre, lleva la palabra paz", asegura Hassam. De hecho, los responsables de la mezquita dicen no aceptar cualquier tipo de comportamiento integrista dentro de la institución. "Aquí venimos a rezar, a conversar y a ser una comunidad unida. Si alguien viene con este tipo de ideas, no tiene cabida. Por suerte, de aquí nunca ha salido nada por el estilo", proclama el secretario de la mezquita.

A pesar de las palabras de los musulmanes que viven en el Principado, resulta complicado eliminar el nexo de unión entre terrorismo internacional y la palabra del profeta Mahoma. Ante esto, Zanabili, encuentra una explicación sencilla. "Lo más importante es la educación, la cultura. La gente que lee, que se interesa en conocer se da cuenta de cómo son las cosas. Son precisamente los incultos y analfabetos los que son susceptibles de que se les lave el cerebro con estas ideas. Unos desgraciados. No se sabe quién los maneja, pero no se pueden hacer llamar musulmanes, sólo quieren desestabilizar los países. Tratan de manipular, convenciendo a los jóvenes de que si matan a los supuestos 'infieles' alcanzaran el paraíso y estas cosas", teoriza el presidente de la comunidad musulmana en Asturias, quien, además, añade: "En ocasiones hay razones impuras mezcladas en todo esto. Ves luego a los culpables y tes das cuenta de que ya tienen antecedentes por violencia en sus familias o consumen drogas".

Las conversaciones entre los presentes giraron en torno a la masacre, según cuenta Driss Boudden, presidente de la Asociación de Marroquíes de Asturias. "La gente, como cada vez que pasa algo así, decía: 'Ya están estos asesinos otra vez'. Nos destroza por dentro que se identifique nuestra religión con algo que no tiene nada que ver. Son una mafia, unos asesinos", enfatiza Boudden. "Nosotros somos las principales víctimas de todo esto. La mayoría de los que asesina esta gentuza son musulmanes, en Siria o Irak. Hace poco estuve con la familia en Barcelona, podría haberme tocado a mí. No distinguen nada", asevera.

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