El agente de los Mossos d'Esquadra que el pasado jueves abatió a cuatro terroristas en Cambrils, Tarragona, es un policía con once años de experiencia en el cuerpo. El agente recibe apoyo psicológico, y el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, le dio ayer todo su respaldo porque "matar a cuatro personas, pese a que seas un profesional, no es una cuestión fácil de digerir".

El agente, del que se ocultan los datos personales por razones de seguridad, es, según algunas informaciones periodísticas, un antiguo legionario que ahora trabaja en la Policía de proximidad catalana. Está casado y tendría dos hijos.

Los terroristas, en un Audi A3, arrollaron en la madrugada del viernes en Cambrils a una compañera del agente cuando ambos estaban apostados en uno de los 800 puntos de control policial dispuestos en toda Cataluña tras el atentado de Barcelona. El mosso disparó con un arma larga contra el vehículo de los terroristas, que volcó tras chocar contra el coche de la Policía. Los integrantes del comando se bajaron entonces portando cuchillos y cubiertos con lo que parecían chalecos explosivos, que luego resultaron ser simulados. El policía abrió fuego y abatió a cuatro. El quinto logró huir y acuchilló a un hombre en la cara antes de caer bajo el fuego policial. El acuchillamiento masivo parece ser la intención inicial de los miembros del comando, pese a que en su recorrido atropellaron a varios viandantes, causando la muerte de una mujer de 60 años.