Àngel Colom, antiguo dirigente de ERC, fue en los años 2003 y 3004 delegado de Cataluña en Marruecos, y allí animaba a los jóvenes marroquíes a aprender catalán en los centros subvencionados por la Generalitat para emigrar a tierras catalanas donde "sí tendrían futuro". Años después, en 2012, Colom pedía el voto de los musulmanes en las mezquitas para el soberanismo. Los catalanistas comprendieron que debían ganarse a este sector para evitar que engrosase las filas de la izquierda, como en otros países de Europa.

Poco después, el presidente Artur Mas creaba la Fundación Nous Catalans (Nuevos Catalanes), presidido por el propio Colom, cuyo objetivo era la integración de las personas extranjeras, pero que ponía especialmente el foco en la población musulmana y sobre todo marroquí, la gran mayoría del más de medio millón de personas de fe islámica en Cataluña.

La Fundación, con sede en Santa Coloma de Gramenet, ciudad con un gran número de inmigrantes, y subvencionada por la consejería de Servicios Sociales, dio apoyo a voluntarios, entidades y organizaciones de diversos ámbitos con la intención de "trabajar para una mayor identificación entre las personas nacidas en Cataluña y los nuevos catalanes". En "Nous Catalans" ofrecían desde cursos de formación de catalán, centros sociales, una emisora, estudios de grabación y hasta una consultoría.

Esta política tendente a granjearse el apoyo de los musulmanes al soberanismo e independentismo, tuvo como directa consecuencia un incremento de la población islámica del 20 por ciento, en solo cuatro años. "Nous Catalans" fue disuelta en 2016 después de que estallasen escándalos en torno a ella relacionados con el 3 por ciento. El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acusó a la organización de albergar a yihadistas que habían terminado en Siria luchando por el Estado Islámico. Tres cuartas partes de las mezquitas en Cataluña estarían en la órbita salafista, el precursor del yihadismo. Cataluña es ahora el mayor foco de radicalización en España.