Juan Antonio Ramírez Sunyer es ahora un juez en el punto de mira del independentismo por ordenar la detención de cargos del Govern claves en los preparativos de la consulta del 1-O. De 70 años, Ramírez Sunyer es ingeniero y llegó a la judicatura con 44 años. Sin afiliación a ninguna asociación judicial, recaló en 2013 en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, desde donde dirige la investigación del referéndum. Podrá ejercer dos años más después de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le permitiera retrasar su jubilación. La Generalitat condecoró a Juan Antonio Ramírez Sunyer el año pasado en el Día de les Esquadres de los Mossos.

Al juez Ramírez investigar los preparativos del referéndum le tocó por orden de reparto en febrero pasado, tras un denuncia contra el exsenador de ERC Santi Vidal por afirmar que el Govern tenía "camuflada" una partida de 400 millones de euros para organizar la consulta.

Ramírez Sunyer pasa por un magistrado discreto e independiente, aunque sobresale por su dureza con los antisistema. Un grupo anarquista autodenominado "Las Brigadas de la Cólera" reivindicó en 2006 el envió de una carta bomba dirigida contra él, que fue desactivada en Correos.