Las decisiones del Gobierno de España a la comparecencia del presidente de la Generalitat encontraron ayer eco en el tablero político asturiano. El secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Adrián Barbón, apoyó públicamente el paso dado por el Gobierno de Mariano Rajoy al tiempo que puso en valor la apuesta de Pedro Sánchez por la reforma de la Constitución y calificó de "absoluto esperpento" el discurso del presidente catalán Carles Puigdemont. El número dos de los populares asturianos, Luis Venta, elogió la sintonía expresada por la mayoría de partidos con la hoja de ruta de Rajoy.

"El requerimiento realizado es el camino adecuado. Es coherente con lo que defendimos los socialistas asturianos tras la reunión de la primera ejecutiva: el paso previo al diálogo es que no se confirme la declaración de unilateral de independencia", afirmó Barbón en un comunicado. "Si se confirma que sí se ha declarado, responsabilidad del Gobierno de Cataluña será lo que suceda", valoró Barbón, quien recalcó su respaldo a "las posiciones políticas que está manteniendo Pedro Sánchez en este trascendental momento", apostando por la reforma de la Constitución. El secretario general de la FSA no hizo mención alguna a las declaraciones de Javier Fernández. "Ya está bien. Ningún Estado de Derecho que se precie puede asumir una vulneración indefinida de la ley sin resentirse y sin debilitar la propia democracia", sostuvo el portavoz del Ejecutivo asturiano, Guillermo Martínez.

El "número dos" de los populares, Luis Venta, puso el foco en la garantía que supuso el discurso de Rajoy para la defensa de la Constitución y en el apoyo recibido desde la mayoría de partidos. "La unidad de España está garantizada con las palabras de Mariano Rajoy. Se ha dado el primer paso para responder desde la ley a la ilegalidad, a una comedia de mal gusto y con malos actores", señaló Venta, satisfecho por "el apoyo mayoritario" del resto de partidos.

Emilio León, el portavoz de Podemos, emplazó al Gobierno central a variar su estrategia, como a su juicio, ha hecho la Generalitat. "Si Puigdemont escuchó a Colau, Rajoy no debería desaprovechar la oportunidad creada. Parece que Rajoy se siente más cómodo mirando al pasado, aunque sea para obligarse a citar a Azaña cuando tiene en mente la intransigencia de Gil Robles, porque no es capaz de un horizonte común que no pase por agitar miedos".

La presidenta de Foro, Cristina Coto, dio apoyo al Gobierno y recalcó que "es hora de responder con firmeza a este desafío porque los separatista no modifican su hoja de ruta". Coto entiende que "Rajoy acierta al pedir al presidente de la Generalidad que concrete el alcance de su suerte de declaración de independencia sometida a condición suspensiva".