El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha constatado su compromiso con valores que quiere mantener: "Reiterar nuestro compromiso con la paz, el civismo, la serenidad, y también la firmeza y la democracia, como inspiradores de las decisiones que hemos de tomar".

Un día antes de contestar al requerimiento del Gobierno central sobre la declaración de independencia, Puigdemont lo ha dicho este domingo junto al vicepresidente y otros miembros de su Govern, durante un discurso ante la tumba de su antecesor Lluís Companys, de cuyo fusilamiento se cumplen este domingo 77 años.

Puigdemont -que ha hecho una ofrenda floral ante la tumba tras ser recibido por algunas personas al grito de 'President'- ha afirmado que "en estas horas difíciles y a la vez esperanzadas que vive Cataluña" hay que responder con valores cívicos y democráticos a las críticas, entre las que ha lamentado especialmente la acusación de adoctrinamiento políticos en los colegios catalanes.

Según el actual presidente, Companys fue víctima "de un combate muy desigual entre la legitimidad democrática de las instituciones catalanas y la bajeza del fascismo", que le condenó a muerte "en nombre del orden y de la legalidad establecida" en aquel momento.

El presidente catalán ha advertido que, lejos de "reconocer por parte del Estado español el trato que merece la figura histórica de Companys, el PP sigue vanagloriándose" de su detención y su fusilamiento tras un consejo de guerra del régimen franquista.

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Forcadell: "Todavía no han pedido perdón"

Por su parte, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha afirmado que "el Estado todavía no ha pedido perdón por el asesinato de Lluís Companys" y que, a su juicio, la sociedad catalana "no puede ni quiere olvidar la historia".

"Este 15 de octubre se celebra con más dignidad porque se ha hecho justicia, porque el Parlamento de Cataluña aprobó el pasado mes de junio la ley de reparación de víctimas del franquismo", ha afirmado Forcadell.

Ha agregado que esta ley "anulaba todos los consejos de guerra de esta época y reparaba históricamente a quienes se sometieron a estas injusticias, más de 65.000 personas".

"La sociedad civil, los diputados del Parlament, estuvieron a la altura de las circunstancias y repararon esta injusticia, porque un país sólo puede ser justo si hace justicia con sus víctimas", ha declarado Forcadell, que cree que "queda mucho trabajo por hacer", pero que esta ley "fue un paso de enorme dignidad del cual nos podemos sentir todos orgullosos".

La presidenta del Parlament ha afirmado que "el Estado español no ha pedido perdón todavía por el fusilamiento de Companys" y ha recordado que es "el único presidente en toda Europa asesinado por el fascismo".

"Y no se trata de buscar venganza, sino de obtener justicia para los asesinados, deportados y condenados injustamente por el franquismo", ha agregado.

"Porque nosotros tenemos memoria histórica, no podemos ni queremos olvidar la historia de Cataluña, que a lo largo de muchos años se ha encontrado con muchos momentos decisivos, con muchas dificultades, encrucijadas, incertidumbres, y siempre las ha vencido gracias a sus ciudadanos, la voluntad de su gente, como estoy segura de que seguiremos haciendo", ha concluido.