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"En algún momento detendrán a Puigdemont"

El jurista asturiano Rafael Arenas, de Sociedad Civil Catalana, cree que el President "ha tenido miedo de enfrentarse a sus bases": "Ha sido muy chapucero", recalca

"En algún momento detendrán a Puigdemont" Mara Villamuza

"Estoy en el Paseo de Gracia, son las siete y media de la tarde, y tiene el mismo aspecto que cualquier otro día. En la vida de la ciudad apenas se percibe que el Parlament ha proclamado la independencia". Para el jurista asturiano Rafael Arenas, expresidente del colectivo contrario al nacionalismo Sociedad Civil Catalana, nada de lo ocurrido ayer en Cataluña y Madrid fue una sorpresa. "Me esperaba todo lo que ha ocurrido, lo daba por descontado, y aquí he visto menos reacción de la que cabría esperar", aseguraba ayer en conversación telefónica. Arenas está convencido de que más pronto que tarde el presidente Carles Puigdemont acabará detenido:_"Del 155 no se va a derivar una detención de Puigdemont, pero las querellas contra distintos miembros del Govern de la Generalitat y del Parlament seguramente se ampliarán en los próximos días. Creo que en algún momento detendrán a Puigdemont".

Arenas, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad Autónoma de Barcelona, siguió la evolución del día de la proclamación de la independencia catalana por el teléfono móvil. El 27-O le pilló en un congreso. "Me acerqué al Parlament para ver el ambiente y había gente en la calle, pero poca concentrada para lo histórico que se suponía que era el día. Volví caminando al congreso, en el centro de Barcelona, justo en el momento posterior a la votación. En la calle vi algunos coches que pitaban, a una señora que salió a la ventana y hacía ruido con una cacerola y a unos en un coche con una bandera catalana. La gente está angustiada, eso sí. Estuve tomando algo con unos compañeros justo al acabar el congreso, con la tensión de no saber qué va a pasar. Pero no se percibe gran cosa, no sé cómo estará en otros sitios", explicó.

El jurista asturiano no se llegó a creer la posibilidad de que Puigdemont convocara elecciones para anular la activación del artículo 155: "Me parecía difícil porque su propio movimiento se lo iba a impedir. La aplicación del 155 era inevitable. El movimiento independentista no está en la fase de volver a la legalidad, de reconocer que se han equivocado y convocar elecciones. La gente que da soporte al independentismo no está dispuesto a dar ese paso atrás. Seguramente a Puigdemont le dio miedo enfrentarse a sus bases". Sobre el culebrón del jueves por la convocatoria o no de elecciones en Cataluña se muestra rotundo: "Ha sido chapucero. No puedes convocar a la prensa para dar una noticia adelantando el contenido, después ir retrasando la comparecencia y finalmente dar la noticia contraria a la que habías anunciado. Nunca había visto algo así. Algún día conoceremos toda la historia de lo que pasó en esas horas".

Para el expresidente de Sociedad Civil Catalana, la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy con las medidas para aplicar el artículo 155 se ajusta al "golpe de Estado" de los independentistas. "Me sentí más desprotegido el 1 de octubre que hoy. Hay una respuesta de la magnitud del desafío. Le doy más importancia a la aprobación de medidas del 155 con el apoyo del PP, del PSOE y de Ciudadanos que a la declaración confusa que han hecho y que daba por descontada", valora. Pero, ¿es un golpe de Estado por otro? "La aplicación del 155 ha comenzado y será un proceso largo. El Gobierno ha propuesto y el Senado ha aprobado unas medidas que suponen una intervención relevante en la comunidad autónoma y por tanto es lógico que haya un escrutinio jurídico sobre si se ajustan a lo que es admisible dentro del 155. Seguramente se ventilará ante el Constitucional la proporcionalidad o adecuación de las medidas adoptadas. Pero desde el punto de vista político tengo claro que lo de ayer (por el jueves) y hoy (por el viernes) demuestra que sin una intervención de este calibre no se podría resolver nada. La rebelión institucional del Govern de la Generalitat y del Parlament es tan frontal que no se podrá resolver sin medidas de calado como las aprobadas por el Senado. Éstas se pondrán impugnar y los tribunales decidirán si son proporcionales o no. Pero son las medidas que había que adoptar. Tienen una vocación de provisionalidad y por tanto deben concluir con unas elecciones autonómicas", anunciadas a última hora de la tarde de ayer para el 21 de diciembre.

El jurista asturiano subraya que "no hay que perder de vista que hay dos líneas de actuación complementarias: la aplicación del 155 y las medidas penales que se han iniciado contra los dirigentes nacionalistas, con detenciones que se ampliarán en los próximos días con lo que ha pasado en el Parlament". Lo explica así: "El 155 va dirigido a recuperar el control de la Administración catalana. Aparte hay una serie de actuaciones que pueden ser delictivas y juzgadas ante los tribunales. Son dos vías paralelas. Creo que a Puigdemont en algún momento lo van a detener porque los delitos por los que está querellado, como malversación, suponen penas de cárcel. Ahora posiblemente se añadirán los de sedición o rebelión, en función de la calificación de la Fiscalía. Lo que debemos tener claro es que hay un plan para conseguir la independencia de Cataluña y la derogación de la Constitución española por la vía de hecho, con la utilización de instituciones, del Parlament, de asociaciones como Omniun y ANC, medios de comunicación, una trama delictiva en la que pueden estar implicados los líderes nacionalistas. Como integrantes de esa trama, tendrán que responder ante la justicia".

Rafael Arenas cree que la aplicación de las medidas puede acabar en conflicto. En una entrevista a este periódico el pasado día 22 aseguró: "Esto va a acabar o muy mal o peor". "Por ahora estamos en la fase de muy mal", señaló ayer.

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