Ciudadanos rechazó la propuesta socialista de promover una hacienda catalana que asuma la gestión completa de los impuestos que se recaudan en la comunidad autónoma. Para el líder de la formación naranja, Albert Rivera, esa propuesta "no es propia de un partido progresista" y carece de sentido que "vayamos a mini Haciendas cuando Europa pretende construir un gran pacto fiscal europeo". Con la mirada puesta en el día después de las elecciones autonómicas, Rivera pide a los socialistas que retiren la propuesta para que haya posibilidades de alcanzar un acuerdo de gobierno. "Sería un caos luchar contra el fraude si comenzamos a disgregar las haciendas", sostiene Inés Arrimadas, la candidata de Ciudadanos a presidir la Generalitat. Arrimadas considera capital la coordinación entre haciendas, para hacer eficaz la lucha contra el fraude y la recaudación de impuestos, por lo que cree que la idea de Iceta va en la dirección opuesta a conseguir la eficiencia de la administración fiscal.

El aspirante socialista a encabezar el futuro Govern defiende que con una hacienda federal la Generalitat catalana asumiría "toda la responsabilidad fiscal y de gobierno que ello supone y, por tanto, también la recaudación y gestión". La idea levanta suspicacias en su propio partido. "Lo que afecte a todos los españoles se decide entre todos los españoles y la financiación, que nos afecta a todos, no se puede dejar llevar por compromisos electorales en un rincón de España, por muy importante que sea como es Cataluña", afirmó ayer el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page.

El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) cuestiona también la propuesta de Miquel Iceta y propone como alternativa crear un consorcio tributario en el que el Estado y las comunidades autónomas mantendrían sus llaves de la caja para facilitar la gestión.

En declaraciones a "Europa Press", el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, considera "complejo" y "demasiado ambicioso" el planteamiento de una Hacienda propia catalana, que tendría problemas de adaptación desde el modelo centralizado actual y no saldría adelante porque la administración tributaria actual es un órgano de dirección conjunto.