El empresario Manuel Muñoz Medina será procesado por la Audiencia de Sevilla por atentado a la autoridad y contra la integridad moral por simular besar a la líder de Podemos, Teresa Rodríguez.

En un auto del 1 de diciembre, al que ha tenido acceso Efe, la titular del juzgado de instrucción 11 de Sevilla, Cristina Loma, ordena la apertura de juicio oral contra el exvocal de la Cámara de Comercio de Sevilla, que deberá depositar una fianza de 14.560 euros: 11.200 euros para hacer frente a la indemnización reclamada por las acusaciones y otros 3.360 euros para intereses y costas del juicio.

El empresario debe depositar esta cantidad en el plazo de un día desde la notificación del auto, para lo cual las partes han sido citadas hoy.

La Fiscalía y la diputada de Podemos piden un año y nueve meses de prisión y 6.500 euros de indemnización que Rodríguez prevé donar a asociaciones que trabajan con víctimas de la violencia de género.

El auto remite el procesamiento de Muñoz Medina a la Audiencia Provincial de Sevilla porque, pese a que las penas pedidas por ambas acusaciones son inferiores a cinco años, la acusación ejercida por Rodríguez modificó la calificación de los hechos del delito de atentado a la autoridad al delito de atentado, cuya pena máxima es de seis años.

Los hechos se remontan al 20 de diciembre de 2016 durante una copa institucional de Navidad celebrada en la Cámara de Comercio de Sevilla a la que fue invitada como coordinadora general de Podemos y parlamentaria andaluza Teresa Rodríguez.

La diputada subió al piso superior a saludar al presidente de la Cámara y representantes de la misma y en la escalera Manuel Medina presuntamente se "abalanzó" sobre ella arrinconándola contra la pared y puso su mano sobre la boca de ella para simular besarla.

En su declaración judicial y su escrito de defensa pidiendo el archivo, el acusado alegó que todo fue "una broma a lo sumo de mal gusto" por la que se disculpó públicamente, si bien a la salida del juzgado dijo que le gastó la broma "porque es de Cádiz y allí en los Carnavales se meten hasta con el Rey, si llega a ser de Checoslovaquia no se la haga".

Tanto la Fiscalía como la acusación particular y la instructora rechazan que existiera relación y confianza entre ambos como para considerar los hechos una "broma".