El expresidente de la ANC y número dos de Junts per Catalunya por Barcelona en las elecciones del 21D, Jordi Sànchez, denunció ayer haber sufrido represalias en la cárcel de Soto del Real (Madrid), tras la emisión de un mensaje suyo grabado en el mitin de su candidatura en Barcelona.

Su abogado, Jordi Pina, explicó ayer a Efe que Sànchezfue sometido de madrugada de un exhaustivo registro en su celda, en busca de algún teléfono móvil escondido. La búsqueda acabó con su traslado a otro módulo de la prisión.

Antes del mitin, en cuyos carteles se anunciaba la participación, sin especificar en qué formato, de Sànchez, el expresidente percibió que estaba sometido a la vigilancia de "un funcionario que no le dejaba ni a sol ni a sombra". Tras el mitin, dos funcionarios habrían entraron en su celda y procedieron a realizar un "registro personal" para comprobar si llevaba encima un teléfono móvil, que no encontraron. Pese a la confusión sobre cómo intervino en el mitin, el abogado de Sànchez aclaró que su intervención fue un mensaje grabado por unas de las personas con las que el candidato se comunica de forma habitual y autorizada.