"Nunca había visto tanto movimiento en ningunas elecciones. Se observa una sensación de momento crucial, histórico". Éste es el diagnóstico que el gijonés Ignacio Prendes, vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, realizaba a media tarde de ayer desde Barcelona, donde ejercía como apoderado de su partido, Ciudadanos, en Cornellá de Llobregat, provincia de Barcelona. "Cuando llegamos a los colegios, a las nueve de la mañana, ya había colas de gente esperando", destacó Prendes.

No fue el único político asturiano que se desplazó a Cataluña en labores de apoyo a sus compañeros de filas. También lo hizo Gimena Llamedo, secretaria de organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA), quien atendió a este periódico desde un colegio de Premiá de Mar, también en la provincia barcelonesa. "Lo que hemos vivido es una buena acogida y una total normalidad. Hay mucha afluencia de votantes, una participación muy alta, con colas continuas", señaló la número dos de los socialistas asturianos. "Los compañeros del PSC están muy esperanzados en que Iceta saque un buen resultado, y ganen el diálogo y el sentido común", indicó Llamedo. Finalmente, el candidato del PSC mejoró ligeramente los resultados obtenidos en 2015.

Por parte del Partido Popular, la diputada nacional Susana López Ares actuaba de apoderada en el colegio Joan Miró, de Barcelona. "Es un colegio grande, de siete mesas. Estamos tres apoderados del PP. Ninguna incidencia. Hemos salido a comer a una cafetería con las acreditaciones puestas y no hubo ningún problema. Tampoco ha habido ningún tipo de conflicto con los apoderados y los interventores de los otros partidos", explicó la diputada popular, quien destacó que "por la mañana votó más gente mayor, y por la tarde votantes más jóvenes".