Varios miles de personas han exigido este sábado en Andorra (Teruel), con un sepulcral silencio, muchas lágrimas en los ojos y gestos inconsolables, una explicación coherente a las autoridades por el asesinato, el pasado 14 de diciembre, de su vecino José Luis Iranzo y los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero. José Luis IranzoVíctor Romero y Víctor Jesús Caballero.

El silencio sólo se ha roto al finalizar el acto y cuando la manifestación, realizada a petición de la población a los amigos de José Luis Iranzo que habían planteado inicialmente una concentración, se ha detenido unos instantes en la puerta de la casa de los padres del ganadero asesinado y su padre ha salido a la puerta a agradecer todo el respaldo que le están ofreciendo "todos" en estos momentos.

"Gracias pueblo, gracias comarca, gracias Aragón y gracias España. Podemos subsistir por el apoyo que nos han brindado todas las gentes de bien de este país. A mí hijo lo han asesinado vilmente, sólo espero que se haga justicia", han sido las palabras serenas y de agradecimiento que ha dado José Luis Iranzo padre por todo el apoyo que está recibiendo su familia desde la trágica muerte de su hijo.

Los amigos y compañeros de cuadrilla de Iranzo ya habían dejado claro que "no hacemos nada que no hubiera hecho por nosotros José Luis" y, por ello, han vuelto a mostrar en el manifiesto leído al final de la manifestación su "profundo malestar" por unos hechos que comenzaron el 5 de diciembre en Albalate del Arzobispo (Teruel), cuando Manuel Marcuello y Manuel Andreu fueron heridos de bala en una masía de la localidad, presuntamente por el ex militar serbio Norbert Feher, quien finalmente fue detenido la madrugada el día 15 tras asesinar a Iranzo y dos guardias civiles.

Por ello, se han preguntado cuál fue el motivo por el que no se desplegó el día 5 de diciembre un dispositivo acorde con lo que había sucedido y también porqué "estuvimos nueve días o quién sabe cuantos más a expensas de un asesino sin que nadie nos avisara del peligro".

Han afirmado que "lo que han hecho con nosotros no tiene justificación" y, por ello, han reclamado saber las medidas que se adoptaron desde el primer tiroteo "hasta los trágicos sucesos que acabaron con la vida de José Luis, Víctor y Víctor Jesús nueve días más tarde".

A las autoridades competentes y a los responsables de valorar estas situaciones les han exigido explicaciones porque, han afirmado, "queremos saber la verdad y no vamos a desistir".

En su comunicado, han afirmado que "no es cierto" que hubiera un dispositivo especial desde el día 6, porque creen que de haberlo habido se hubiera capturado a un criminal que, "en nueve días, apenas se movió unos kilómetros dejando multitud de rastros".

Esta circunstancia la atestiguan algunas denuncias, como la que presentó Roberto Capapé el día 12 de diciembre, cuando en su masico comprobó que había habido alguien y había consumido y robado comida y bebida que tenía en él.

O que se advirtiera a la población de que "no saliéramos a trabajar al campo, a cazar, a pasear", porque se han preguntado si alguien puede creer que "hubiéramos permitido a los nuestros hacerlo si hubiéramos sido advertidos".

Por todo ello, han negado que se hicieran bien las cosas desde el día 5 porque, de haber sido así, "seguramente ahora no estaríamos lamentando las muertes de tres seres queridos".

En el manifiesto, leído por dos amigas de José Luis Iranzo, han repetido "basta de menospreciar a la gente de los pueblos", así como de "subestimar al mundo rural" y de "tratarnos como ciudadanos de segunda".

Han mostrado, en su condición de amigos, su disposición a no parar hasta que "alguien nos dé respuestas y se asuman responsabilidades" para que lo sucedido "no se vuelva repetir".

"Es de ley reivindicar nuestro derecho a vivir seguros en nuestros pueblos. Es por vosotros, por nosotros, porque no se vuelva a repetir", han demandado.

Al finalizar la manifestación, la plaza del Regallo de Andorra, el centro neurálgico de todas las reivindicaciones de esta localidad, conocida hasta ahora solamente por su lucha por evitar el cierre de su central térmica, ha atronado con "November Rain" de Guns n'Roses, una de las canciones favoritas de José Luis Iranzo, para concluir con la jota "La Palomica" que hizo mundialmente famosa su abuelo, "El Pastor de Andorra", recientemente fallecido, ya centenario.