"Lo que ha votado la gente no lo puede cambiar el Parlament". La lista de Carles Puigdemont niega legitimidad a la Cámara para elegir a un president que no sea el destituido mandatario, ahora residente en Bruselas y para quien Junts per Catalunya (JxC) intenta conseguir un proceso de investidura por vía telemática, evitando así que su regreso a España le acarree la cárcel.

JxC hizo ayer público un comunicado en el que afirma que Puigdemont será investido president y que el Estado "no lo puede impedir". Alega que las elecciones del 21-D se celebraron en una clima de "excepcionalidad, de violencia, de prisión, de exilio y de suspensión de las autonomías", a las que Puigdemont "se sometió, y ahora sólo podemos exigir que el Estado acepte el resultado".

JxC emitió su nota pocas horas después de el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara la sesión constitutiva del Parlament para el 17 de enero (la fecha tope era el día 23), añadiendo que "lo normal es que en un plazo de diez días se celebre la sesión de investidura, si hay candidato". Es decir, el 31 como muy tarde.

Rajoy -que tras la aplicación del artículo 155 asumió las funciones de presidente de la Generalitat- opta así por no agotar los plazos de la sesión constitutiva del Parlament y presiona a las fuerzas soberanistas para que definan su estrategia con vistas a la investidura, sobre la que, de momento, no hay acuerdo, pues ERC no ha renunciado aún a la posibilidad de que Oriol Junqueras (si queda en libertad el próximo día 4) pueda aspirar al cargo. La airada reacción de JxC, negando legitimidad al Parlament salido de las urnas del 21-D, habla por sí sola del calado de las divergencias en el seno del independentismo.

La vicepresidenta del Gobierno se encargó de comunicar a los partidos la fecha de la sesión constitutiva. Habló con todos menos con la CUP.

Además, Rajoy juzgó "absurda" la pretensión de JxC de investir a Puigdemont por vía telemática y "mucho más absurdo" intentar gobernar "viviendo en el extranjero". Sobre el mismo punto se extendió el lendakari Urkullu. "No se puede pensar" en dirigir un país "desde la acción telemática, vía internet".

En otro orden de cosas, Rajoy recordó a Inés Arrimadas (Cs), la más votada el 21-D, que él, cuando estuvo en esa tesitura, inició conversaciones, si bien después renunció a presentarse a la investidura porque no tenía apoyos. El líder de Cs, Albert Rivera, confesó que no tiene "expectativas" de lograr la presidencia del Parlament, aunque el PSC ofreció su respaldo a Cs si lo intenta.