El viaje de Carles Puigdemont a Dinamarca tiene una doble utilidad para expresidente. Además de procurarle otro resorte propagandístico, le permite garantizarse una nueva estancia en Bélgica.

Puigdemont lleva 80 días en Bélgica tras abandonar España. Las normas europeas obligan a solicitar la residencia a las autoridades de un país miembro una vez hayan pasado tres meses desde la entrada, un paso que Puigdemont quiere evitar.

Al volar a Dinamarca - un viaje cuyo regreso, en principio, está marcado para este lunes -, el ex presidente catalán vuelve a poner a cero su contador de días en Bélgica. Así, puede continuar allí otros tres meses sin la necesidad de pedir la residencia.

El abogado de Puigdemont, Jaume Alonso Cuevillas, ha considerado este lunes que cree que no se cursará la orden europea de detención, después de que éste ya haya aterrizado en Copenhague, aunque ha admitido que "todos los escenarios están abiertos"

En sendas entrevistas en Rac 1 y Catalunya Ràdio, recogidas por Europa Press, Cuevillas ha opinado que puede pasar "absolutamente todo": que no se curse la euroorden, que se curse y que no llegue a tiempo, puede ser que se curse y que lo detengan, ya que todo es factible en estos momentos, en sus palabras.

Lo cierto es que la posibilidad de que no se active la euroorden ya ha sido deslizada por el embajador español en Dinamarca. "Cuando se visita un país por un espacio de tiempo corto y el desplazamiento se comunica con pocos días de antelación, es dificil para la Policía tener la demanda a tiempo", ha dicho Javier Dago en declaraciones al periódico ‘Berglinske’.