Una pregunta sobrevuela los ambientes políticos y a toda la sociedad desde que se conociera que el candidato a presidente de la Generalitat era Carles Puigdemont. ¿Volverá para la sesión de investidura?

El candidato de Junts per Catalunya no ha aclarado si acudirá al Parlament este martes. La opción de ser detenido es algo muy factible y desde el Tribunal Constitucional ya le han advertido después de la decisión del sábado de suspender el debate de investidura en el Parlament si se pretende hacer en ausencia del candidato de este grupo.

Además, para imbricar más la situación, el Pleno del Constitucional se reunirá de forma extraordinaria este martes para estudiar las alegaciones presentadas por Puigdemont y el resto de diputados electos de Junts per Catalunya (JxCat) al acuerdo adoptado el pasado sábado. ¿Qué puede pasar si se presenta en el Parlamento autonómico? ¿Se le puede detener dentro de la Cámara, donde se supone que hay inmunidad?

Lo cierto es que son muchas las informaciones que se han publicado acerca de las posibles formas del expresident para volver a cruzar nuestras fronteras desde Bruselas. Miembros del Gobierno ya han avisado, como Juan Ignacio Zoido, que la pasada semana se comprometía a evitar que Puigdemont cruzara a España "en helicóptero, barco o en el maletero de un coche". No ha sido el único. Otros hacen sus conjeturas sobre las posibilidades a la hora de volver.

Escondido en maleteros, rodeado de simpatizantes que hagan que la Policía no pueda acercarse... Las posibilidades, tal cual, son infinitas, aunque la consecuencia solo sería una: su detención.

Al contrario de lo que se ha hablado desde que el expresident se exiliara en Bruselas en noviembre, su aparición en el Parlament sí puede provocar que sea detenido. La Cámara, pese a ser inviolable, dejaría de gozar de inmunidad a la hora de que se tenga que producir la detención de una persona fugada de la Justicia. Es más, Puigdemont podría ser detenido según pise fronteras españolas.

La Policía Nacional ha reforzado la vigilancia en las fronteras, además de que dos coches patrulla vigilan día y noche el parque de la Ciudadela, donde se encuentra el edificio del Parlament.

Algunas voces piensan que Puigdemont podría presentarse directamente allí para forzar su detención en un alarde de victimismo. No hay nada claro al respecto, pero los grupos independentistas se aferran al protocolo que aprobaron hace unos meses y que limita la presencia policial en la Cámara.

"El secretario general, o quien le sustituya, informará a la presidencia del Parlament para que autorice la entrada en el edificio, excepto si los agentes personados no aportan autorización u orden judicial. En este caso, el responsable de seguridad informará de que no tiene autorización para permitir el acceso. Si, pese a ello, los agentes comparecientes persisten en su pretensión, el secretario general o letrado en quien delegue les informará personalmente, y dará cuenta de su actitud a la presidencia, para que informe, si lo considera oportuno, al jefe superior de los agentes personados", indica el documento firmado.