La cúpula judicial catalana abandonó ayer el acto de celebración de Sant Raimon de Penyafort en el Colegio de Abogados de Barcelona cuando el presidente del Parlament, Roger Torrent, comenzó a hablar de presos políticos por delitos inexistentes, manifestó que la separación de poderes está en peligro y expuso que "la voluntad de las urnas no se puede materializar". En ese momento salieron de la sala el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos; el presidente de la Audiencia de Barcelona, Antonio Recio; el fiscal jefe de Cataluña, Francisco Bañeres; la fiscal jefa de Barcelona, Concepción Talón, y el exdecano de los abogados, Eugeni Gay. Todos ellos volvieron a ocupar sus sillas después del discurso de Torrent, cuando cerraba el acto el ministro de Justicia, Rafael Catalá. En plena intervención de Torrent, quien llegó quince minutos tarde al acto, la decana de los abogados, María Eugenia Gay, le reprochó el tono del discurso al apuntar que "no era la idea". "La ha hecho buena, muchas gracias", le indicó Gay al tiempo que instaba al presidente del Parlament a poner fin a su intervención. Aunque no se movió de su sitio, el ministro Catalá aseguró haberse encontrado muy incómodo y considera que Torrent se "equivocó profundamente" con el tono de su discurso.