El debate parlamentario sobre la derogación de la prisión permanente revisable se desarrolló bajo la presión de sucesos muy recientes y dramáticos como el asesinato del niño Gabriel Cruz. La presencia entre el público de los padres y familiares de algunas víctimas llevó al secretario del grupo del PP, que actuaba como portavoz de su grupo, José Antonio Bermúdez de Castro a pedir a la oposición que "no nos miren sólo a nosotros, miren a la tribuna y convénzales a ellos de que están equivocados". El diputado socialista Juan Carlos Campo, juez de profesión, inició su intervención dirigiéndose a ellos para afirmar que "posiblemente se vayan de aquí sin compartir ninguna de las palabras de este portavoz va a decir. Sólo pido que entiendan que la posición del PSOE es de respeto a las víctimas".

"Pido perdón a las víctimas, a sus familiares, a la sociedad española por no haber sabido tener un debate a la altura de su dignidad", afirmó la diputada de Podemos Carolina Bescansa, ahora al margen de la dirección de su grupo.

La Plataforma para la No Derogación de la Prisión Permanente Revisable, impulsada por las familias de Diana Quer, Mari Luz Cortés, Marta del Castillo, Sandra Palo y Yeremi Vargas, entre otras víctimas, rechazaron ayer que sean objeto de utilización política y mostraron su satisfacción porque la pena sigue vigente pese a la voluntad parlamentaria de derogarla. Asociaciones de defensa de los derechos humanos celebraron en cambio la intención de suprimir la prisión permanente