El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha negado este martes que existiera ninguna instrucción específica u orden extraordinaria para incautar camisetas amarillas a los aficionados que acudieron a la final de la Copa del Rey de fútbol y ha recordado que es la ley la que impide exhibir símbolos políticos.

Zoido ha respondido así al senador del PDeCAT Josep Lluís Cleries, quien ha interpretado la retirada de esas camisetas a parte de los aficionados del FC Barcelona como una muestra de "odio a los catalanes y a lo catalán", un "abuso de autoridad", una vulneración de la libertad de expresión y un intento de "humillar" y "provocar" a una afición pacífica.

Para el ministro, no ocurrió nada de eso, sino que se requisaron 199 camisetas no por su color, sino por los mensajes que llevaban escritos y dibujados, en cumplimiento de la Ley del Deporte y del reglamento de la Real Federación Española de Fútbol, que, como la propia normativa del Barcelona, impiden la exhibición de símbolos políticos en los estadios.

Ha aprovechado el ministro para lamentar que a Cleries le parezca más grave lo ocurrido el sábado en los aledaños del estadio Wanda Metropolitano de Madrid que el que unos profesores de un instituto (en concreto del IES El Palau de Sant Andreu de la Barca) señalasen a alumnos hijos de guardias civiles en clase e insultaran a los agentes de ese cuerpo tras el 1-O.

Los senadores del PDeCAT y de ERC han acudido vestidos de amarillo a una sesión en la que el ministro se ha permitido citar al entrenador yugoslavo Vujadin Boskov: "Fútbol es fútbol".