El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, concurre a una de las tres plazas de magistrado de la sala penal del Tribunal Supremo, que será la encargada de juzgar la causa del proceso secesionista catalán.

Barrientos, de la asociación moderada Francisco de Vitoria y cuyo mandato al frente del TSJC finaliza en dos años y medio, es de momento el único magistrado de Cataluña que opta a esas vacantes en el Supremo, según Efe. La sala penal del Supremo es ahora la encargada de resolver los recursos de apelación contra las resoluciones del juez Pablo Llarena, que instruye la causa del proceso independentista.