Comprometido a invertir el 2,5% del PIB en defensa antes de 2030, Reino Unido ha pedido más implicación al resto de aliados para hacer frente a las amenazas que están por venir. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha asegurado en la rueda de prensa de clausura de la cumbre de la OTAN en Madrid que el objetivo fijado en Gales en 2014 debe ser actualizado: “El 2% se pensó para una era diferente. Todos los que nos hemos sentado a la mesa en esta reunión nos hemos dado cuenta de que hay que aumentar el presupuesto que invertimos en defensa”.

Actualmente, Reino Unido invierte el 2,12% de su PIB en Defensa, un porcentaje que duplica el que destina España (1,01%). En cuanto a la situación de Ceuta y Melilla, que finalmente no han sido nombradas en el concepto estratégico de la cumbre, Johnson, que ha reconocido no saber “con exactitud el estatus que tienen”, ha asegurado que “si forman parte del territorio nacional español entonces imagino que estarán protegidas por el artículo número 5”.

El premier ha destacado, además, el error que ha cometido el presidente ruso Vladimir Putin con esta invasión “barbárica”, pues solo ha conseguido “unir a todos los países occidentales” en su contra. “Seamos claro, antes de todo esto la posibilidad de que Ucrania se uniese a la OTAN no estaba siquiera encima de la mesa, y eso lo sabíamos todos. Ahora ha conseguido que Suecia y Finlandia rompan su neutralidad histórica pidiendo unirse a la alianza”.

Johnson también ha pedido más apoyo para la causa ucraniana, pues dice que si se destinan los recursos suficientes al apoyo militar defensivo las tropas del presidente Zelenski serán capaces de darle la vuelta al conflicto y repeler la invasión rusa.

“La mejor forma de recuperar la normalidad es que los ucranianos ganen y que Putin fracase”, ha asegurado Johnson cuando se le ha preguntado por las consecuencias que la guerra está teniendo en el resto del mundo. “La capacidad que están teniendo los ucranianos para combatir y repeler la agresión rusa es increíble. Se le va a hacer imposible a Putin retener a una población que no acepta la invasión”.

Eso sí, según el primer ministro no van a ser “más ucranianos que los propios ucranianos”, es decir, que si en algún momento deciden firmar un acuerdo para acabar con el conflicto seguirán recibiendo el mismo apoyo por su parte. “El problema es que Putin ni siquiera pone esa posibilidad encima de la mesa. Además, vi una encuesta después del ataque contra el centro comercial de Kremenchuk esta semana y un 89% de los ucranianos se negaban a ceder un solo metro de su territorio”, ha apuntado el líder conservador.

Reino Unido acaba de comprometerse junto a Alemania y a Estados Unidos a enviar más tropas y más recursos militares para reforzar las fronteras en el flanco este. El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, anunció ayer que 1.000 soldados británicos se unirán en Estonia a las 2.000 tropas ya desplegadas previamente en la zona.

1.100 millones más de ayuda militar

Reino Unido, además, se consolidó ayer como el segundo país del mundo, por detrás de Estados Unidos, que más ayuda militar ha enviado a Ucrania tras destinar 1.160 millones de euros más y llevar el total hasta los 2.700 millones. Ese dinero se destinará, principalmente, a defensas aéreas, drones, equipamiento electrónico y munición.

“Siempre ha merecido la pena pagar el coste de las libertades que disfrutamos , y todos somos muy conscientes de lo que supondría que Putin ganase esta guerra”, ha asegurado Johnson, que ha intentado dejar claro el riesgo que supondría una nueva agresión por parte de Rusia a otros países del entorno.

Desde que comenzó la invasión por parte de Rusia, el compromiso del primer ministro británico con su homólogo ucraniano no se ha reducido únicamente al apoyo institucional y militar, sino que hasta la fecha el Reino Unido también ha enviado 1.700 millones de euros en ayuda humanitaria a Ucrania.

Los planes de Defensa incluyen el ofrecimiento a la OTAN de dos portaaviones, el HMS Queen Elizabeth y el HMS Prince of Wales, y sus respectivos destructores, fragatas y submarinos de acompañamiento para que al menos uno de ellos esté siempre listo para partir en caso de que se produzca una agresión contra territorio de la organización.