Se estaba hablando en la Eurocopa de Pirlo, de su penalti al estilo Panenka, y surgió Sergio Ramos para copiar lo que para algunos es un gesto de valentía y para otros es un gesto de temeridad. El cuarto penalti de España, el penúltimo, con 3-3 en la tanda, vio como Ramos se atrevía con el característico toque sutil, picando la pelota por encima de un Rui Patricio vencido. Y dio efecto.

Ramos ya se atrevió a hacer lo mismo en un encuentro benéfico el 29 de diciembre de 2010, en un partido entre un combinado de la Liga BBVA y el equipo África United bajo la mirada cómplice de José Mourinho. Seguro que el técnico portugués no lo ha visto ahora con la misma sensación.

Ramos aseguró que no tuvo ninguna duda en el lanzamiento que anotó en la tanda de penaltis, pese al error que tuvo en esa misma suerte en las semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich alemán.

"No, para nada tenía miedo. Ya tenía ganas desde lo que ocurrió con mi equipo en las semifinales de la Liga de Campeones, porque siempre he tenido confianza", señaló Ramos en declaraciones a Telecinco.

No obstante, el jugador andaluz, que no dudó en destacar el buen trabajo colectivo del equipo español, aseguró, que pese a llegar a la ronda de penaltis, el triunfo de la selección española fue "merecido".

"Estoy muy contento de llegar a la final y orgulloso de ser español, porque creo que la selección se lo ha merecido", concluyó Ramos, que no mostró ninguna preferencia por el rival en la gran final del domingo en Kiev.