Ignacio Ramonet (Redondela, Pontevedra, 1943) entrevistó a Fidel Castro durante "más de cien horas" para escribir el libro 'Fidel Castro: biografía a dos voces'. Durante una larga serie de conversaciones, el director de Le Monde Diplomatique España y exdirector de Le Monde Diplomatique exploró en la trayectoria del líder cubano, desde la oposición al poder, y en sus pensamientos políticos. La serie de entrevistas le permitió adquirir un conocimiento más profundo de Castro, "una persona de una inteligencia prodigiosa", según asegura.

Pregunta: Después de sus conversaciones con Fidel Castro que dieron lugar a 'Biografía a dos voces', usted volvió a verlo en diciembre de 2013. ¿Qué recuerdo guarda de él?

Respuesta: Lo encontré muy bien, muy cariñoso, muy informado, curioso de todo, muy en forma, con mucho humor, con muchas alusiones a la actualidad internacional, muy interesado por las cuestiones científicas, de desarrollo ecológico. Me pasé como dos horas y media, con su esposa en su casa, sin ver el tiempo pasar porque es un excelente conversador y es una persona con mucho humor. Tengo un excelente recuerdo.

P: ¿Había cambiado su forma de pensar desde su última conversación?R:

No, no había cambiado nada. No abordamos los mismos temas, pero su forma de ser y de pensar no había cambiado en absoluto.

P: En su libro, Castro explica que su pensamiento político tuvo siempre una inspiración marxista-leninista. ¿Esto fue así o adoptó esa ideología tras la toma del poder?

R: Si él dice que lo era, pienso que hay que creerlo. Yo pienso que tenía una formación marxista adquirida relativamente tarde, de todas maneras. Como él mismo lo contó mil veces, él fue un estudiante que se dedicaba especialmente a los estudios y al deporte, y no se interesó por la política más que cuando llega a la Universidad, cuando ya es un chico de 18 o 19 años. Allí sí había grupos marxistas importantes, ligados al Partido Comunista y otras organizaciones, y adquiere un conocimiento marxista importante.

Otra prueba de ello es que cuando conoce a Che Guevara en México el contacto entre ellos es inmediatamente muy fuerte. El hecho de que los dos tengan una formación y un análisis marxistas de la realidad hace que las relaciones entre ellos sean más estrechas. Evidentemente, era una dimensión que Castro ocultó durante cierto tiempo, porque obviamente habría sido negativo para su proyecto. Pero sí, su formación seguramente tenía una base marxista seria.

P: Antes de la toma del poder, Castro firma el Manifiesto de Sierra Maestra, en el que se compromete a convocar elecciones. ¿Por qué no lo hace tras el triunfo de su movimiento?

R: Castro, como todo el Movimiento 26 de julio, se subleva contra una dictadura muy violenta, muy agresiva, la de Batista, y el proyecto de ellos es del restablecer la Constitución anterior, restablecer la democracia y convocar elecciones. ¿Por qué no se hace? Porque inmediatamente, en cuanto se ponen en marcha las primeras leyes de la Revolución, en particular la ley de la reforma agraria, hay una agresión de Estados Unidos, que va a ser una agresión además militar, en 1961, apenas dos años después de la victoria, cuando lo que está en proyecto es establecer una democracia parlamentaria tradicional. Estados Unidos, con su agresión, transforma las propias condiciones de la Revolución. A partir de ese momento, Cuba es un país que está en guerra, y un país en guerra tiene dificultades para organizar institucionalmente una democracia. La torpeza y la agresividad de Estados Unidos, que no podían soportar que lo que ellos consideraban como una colonia se les alejase, es lo que produce una transformación y radicalización de proyecto inicial de la revolución.

P: ¿Hubo algún momento en el que Fidel Castro se plantease algún tipo de transición hacia ese modelo democrático?

R: No, porque los Estados Unidos nunca se plantearon, hasta el discurso reciente de Barack Obama, suprimir el bloqueo de Cuba o dejar de enviar comandos que produjeron altercados durante muchísimo tiempo. ¬Cuba es uno de los países que más ha sufrido el terrorismo. No, -mientras los EEUU no cambiaron su política, Cuba no podía cambiar la suya. Si no, hubiese sido como rendirse.

P: ¿Tomó siempre Fidel Castro en exclusiva las decisiones durante su mandato?

R: Bueno, en realidad en Cuba siempre ha habido una institucionalidad. Fidel Castro fue siempre un hombre que tuvo una influencia muy grande, por haber sido el ganador de la guerra, el creador del Revolución, el teórico€ pero eso no quiere decir que gobernase individualmente. Ha sido siempre un gobierno colegial. Muchas personas han tenido una influencia importante, el buró político del partido, personalidades muy importante que hicieron la revolución con él y, globalmente, también la opinión pública cubana, que siempre lo ha apoyado en su mayoría.

P: ¿Qué recuerdo guardaba Castro del Che Guevara?R:

Hay varios capítulos en 'Biografía a dos voces' en los que Fidel Castro cuenta sus relaciones con el Che. Yo creo que el Che fue la persona que tuvo la mayor complicidad intelectual con él. Era un socio intelectual, una persona que tuvo una capacidad de estímulo muy importante en Castro. Fidel era una persona con una inteligencia bastante prodigiosa, una rapidez de pensamiento muy vertiginosa y no siempre era fácil conversar, discutir o teorizar con él. Pero el Che ha estado muy por encima de otros compañeros de Castro, que no tuvieron el mérito de estar a su altura. La pérdida del Che fue una gran pérdida para Castro, que en cierta medida dejó de tener ese compañerismo intelectual.

Yo creo que él recobró este tipo de relación con la aparición de Hugo Chávez, a partir de 1994 y, después, con su llegada al poder en Venezuela.

P: En 'Biografía a dos voces', Castro se defiendía de quien le acusa de haber atesorado una inmensa fortuna durante sus años en el poder y hace gala de una vida austera: ¿Esto es así realmente?

R: Sí, absolutamente. Lo de la fortuna no tiene ningún sentido. No solamente para la gente que conoció a Fidel, sino para cualquiera. Lo que le interesaba a Fidel Castro era el debate teórico sobre el poder, sobre el Gobierno, sobre la gestión, sobre la política, ese es su placer... No era el poseer bienes materiales. Y vivió muy modestamente. Siempre lo vi yo vivir muy modestamente, de manera relativamente austera. Fidel era como un monje, lleno de convicciones, pero con una vida que puede ser hasta monacal.

P: ¿Fidel Castro había delegado realmente en su hermano o siguió tomando las decisiones?R:

Fidel Castro era un hombre que tenía una ética personal muy exigente. Cuando él tomaba una decisión, la cumple. Se imponía este principio desde hace mucho tiempo. En 'Biografía a dos voces', que se terminó antes de su enfermedad, dijo: "Si a mí mañana me pasa algo, yo inmediatamente tomo contacto con el buró político y digo, miren, estoy en la incapacidad de gobernar, elijan a otro". Cuando se supo esto, mucha gente lo puso en duda, pero en cuanto se puso enfermo fue eso exactamente lo que hizo. Puso su puesto a disposición, y se eligió al que más experiencia tenía, que era Raúl Castro. Y Raúl ha dicho también que se marcha al final de su mandato, que termina en 2018.

Fidel Castro ya llevaba una década fuera del poder, ¿pero eso quiere decir que no influyese, que no contase en Cuba? Evidentemente no, Fidel era Fidel, el creador de esta república, de este nuevo ciclo de la república de Cuba, pero no tenía influencia institucional, no tenía ningún cargo institucional. No era miembro importante del Partido Comunista, sino un miembro de base, no era nada en el Ejército, cuando fue Comandante en Jefe, no era nada en el Estado, cuando fue Jefe de Estado. Su influencia era únicamente relacional. Pero si la pregunta es si era él el que ejercía el poder culto, la respuesta es, rotundamente, no.

P: ¿Qué recuerdo cree que deja Fidel Castro en los cubanos?

R: En la mayoría, no digo en la totalidad, cualquier encuesta seria demuestra que la mayoría tenía mucho respeto y mucho agradecimiento. Y yo creo que ha sido un hombre que marca la historia de Cuba en los próximos decenios. La Cuba de hoy y la de mañana será una Cuba que le deberá muchísimo a Fidel Castro. Y yo creo que la gente lo reconocerá, aunque probablemente en algunos aspectos no, probablemente la historia será en un primer tiempo ingrata, pero en un segundo tiempo, visto desde el exterior, por alguien que no es cubano, es evidente que la influencia positiva de Fidel Castro en Cuba ha sido muy importante, y lo seguirá siendo durante muchísimo tiempo.

P: ¿Cuál fue el papel de Castro durante la crisis de los misiles?R:

Fidel consideraba que esas negociaciones entre la URSS y EEUU se hicieron muy mal. El reproche que hacía Fidel a Jruschev es que inicia las negociaciones sin informarle. Aunque en la negociación se estableció que EEUU nunca más intervendrían militarmente contra Cuba, a pesar de eso, reprocha a los soviéticos haber conducido esas negociaciones mintiendo. Y él decía: cuando en una negociación uno de los negociadores empieza mintiendo, pierde su integridad moral y ética y, por consiguiente, no puede ganar esa negociación. Y los soviéticos empezaron mintiendo porque empezaron negando que hubiese misiles en Cuba cuando sí había misiles en Cuba. Según Castro, tenían que haber asumido que había misiles. Los soviéticos tenían una actitud vergonzosa respecto a eso. Entonces, no podían avanzar en las negociaciones. Fidel decía que en esas negociaciones se podían haber hecho: se integra a Cuba y se podía haber obtenido algo más, la restitución de Guantánamo se hubiese podido obtener.

P: ¿Qué balance hacía Fidel Castro de su mandato?R:

Él no renegó de las decisiones que tuvo que tomar a lo largo de su mandato. Algunas pueden haber sido más dificultosas o más controvertidas, pero globalmente, la gestión que se ha hecho de la situación cubana, una situación muy delicada, considera que se ha hecho relativamente bien. La prueba, en definitiva, es que ha habido una gran victoria diplomática el 17 de diciembre de 2014, los EEUU han tenido que inclinarse y admitir que habían perdido esa guerra.

P: ¿Fue Fidel Castro feliz en su vida personal?

R: Para una especie de monstruo político como Fidel Castro, su vida personal era la política. La vertiente más íntima era importante, pero para una personalidad política como Fidel, una de los políticos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y de principios de este siglo, lo importante era la política. Y yo creo que desde el punto de vista político Fidel Castro ha tenido una vida excepcional.

Hay que darse cuenta de que Cuba no es nada, es un pequeñísimo país de 10 millones de habitantes y que no tiene ningún tipo de recurso. Si no hubiese habido una revolución nadie hablaría de Cuba como nadie habla de Martinica o de Jamaica€ Ese país no existe más que porque ha habido un político descomunal como Fidel, que le ha dado una posición internacional y que ha hecho que sea uno de los actores más importante del mundo. Que nos hayamos interesado por un dirigente político de un país pequeñito, objetivamente sin gran interés demuestra la magnitud de la personalidad de Fidel Castro. Nadie se interesa por un político de República Dominicana ni de ningún país de las mismas dimensiones, esto es lo que indica la dimensión muy excepcional de Fidel Castro, al que tantos grandes imperios el siglo XX han tenido que tener en cuenta. Una de las características personales de Fidel Castro es esta.

P: ¿Absolverá la historia a Fidel Castro?R:

Ya la historia lo ha absuelto. Cuando oímos a Barack Obama el 17 de diciembre de 2014 decir que cincuenta años de bloqueo no habían servido para nada y que los Estados Unidos tenían que sacar la lección y cambiar la política, creo que era la historia que estaba pasado en ese momento ante nosotros y que estaba diciendo: 'Finalmente, Cuba tuvo razón de resistir'. Bueno esto ahora implica seguramente cambios que se van a producir. Pero, en todo caso, ese país no se rindió, y no ha sido recolonizado hasta ahora. Y esto ha servido. Mire el respeto que tiene ahora Cuba en toda América Latina. Todos los países tiene una relación de respecto y de gran pareció con respecto a Cuba, cualquiera que sea el carácter de los gobiernos. Y ese respeto se debe precisamente a lo que este país ha representado para toda América Latina, porque lo que Cuba ha defendido ha sido una cuestión de dignidad y de identidad latinoamericana frente a la agresividad de EEUU durante mucho tiempo. Y el presidente Obama es un hombre que pasará a la historia por haber reconocido que hay que cambiar de política con respecto a Cuba y con respecto a América Latina.